Prolegómenos emotivos en el Centro Insular de Deportes. La familia de Marisa Rey, directora de marketing del club fallecida en el trágico accidente de 2008 en Barajas, recibía una foto conmemorativa de manos de Joaquín Costa Prat, el nuevo presidente de la entidad. La imagen contenía la leyenda "siempre en el recuerdo". El motivo de silencio dio paso a una emocionante ovación mientras se rememoraba en el marcador una foto de la malograda empleada del club. En el banquillo visitante saltaron las lágrimas. Salva Maldonado, el hombre de hielo, no pudo contenerse y los sentimientos afloraron al conocer a la extinta en su anterior etapa en el club isleño. Nobleza obliga.

El partido resultó de lo más intenso, resuelto en la primera prórroga de la temporada. Se vivió con mucho entusiasmo en los graderíos y también en los banquillos. Dos minutos antes de la conclusión, con ventaja de La Penya, los jugadores badaloneses celebraban un tiempo muerto con dedos pulgares dirigidos al cielo. En la prórroga, en cambio, la alegría cambió de bando. E, incluso, un recién llegado como Alando Tucker se sumó a la celebración metido en la piel de su nuevo equipo, aunque de paisano. Verle tan involucrado desde el comienzo alegra la vista.

Todo tipo de emociones hubo en un encuentero vital para la reacción del Gran Canaria. "Les deseo mucha suerte", expresó Maldonado en su despedida en la sala de prensa. Elegante, incluso en la derrota.