Germán y Gilberto I reviven el histórico primer triunfo sobre la 'bestia blanca'
03/12/2011

"Le teníamos ganas al Madrid", argumenta Gilberto; "contra ese equipo nos habían pasado muchas cosas a través de la historia, pero no aquel día" matiza El Maestro

"Cuando teníamos un rato libre, hablábamos de fútbol. Los jugadores de la plantilla estábamos muy unidos y disfrutábamos muchísimo de nuestra profesión. Esa es una de las claves del éxito de aquella UD Las Palmas". Quien razona así es Germán Dévora (16 de noviembre de 1943). El líder futbolístico de la mejor etapa del club grancanario se abraza a la historia ahora que toca conmemorar hazañas de antaño. Esta vez lo hace con su amigo Gilberto I (7 de diciembre de 1942), en el Paseo de Las Canteras, donde acuden ambos citados por Tinta Amarilla.es para saborear cuarenta años después la victoria más esperada de la época: caía 2-0 el Real Madrid aquel 4 de diciembre de 1971, precisamente con los goles de los protagonistas de nuestro reportaje. Germán no ha perdido sus habilidades. El presidente de honor de la UD Las Palmas también hace gala de excelente memoria. Recita uno a uno, posición por posición, cada integrante de la alineación de Pierre Sinibaldi en la célebre noche. Hace pleno. "... Y Mamé León fue sustituido al descanso porque estaba lesionado", apunta. Más tarde le toca decir los once del Real Madrid, desde García Remón hasta Marañón. Chuleta en mano, asentimos al acierto de todos los actores del partido.

"Tengo presente casi todos mis goles y muchos de los marcados por mis compañeros. Y tengo en mi memoria imágenes de muchísimos partidos y detalles de los mismos. De este, sin embargo, me acuerdo menos. Pero mi gol fue un disparo desde fuera del área. El de Gilberto se marcó en una jugada en la segunda parte. Seguro que fue un chut potente", añade después de abrazarse a su compañero, en presencia del amigo Juan Carlos Gómez Perlado, miembro del equipo técnico de la Real Federación Española de Fútbol. "¿Sabes lo que hizo Gilberto el día que anotó su primer tanto con Las Palmas?", pregunta Germán mirando a quienes le escuchamos. "Fuimos a felicitarles todos los futbolistas porque había sido un gran gol. El balón golpeó en el larguero y botó dos o tres veces arriba y abajo antes de entrar. Y este señor nos dice: "Bueno, no es para tanto, todos mis goles en Tenerife han sido así... Y no dejaba de tener razón".

"LE TENÍAMOS GANAS"

Gilberto bromea con El Maestroporque "yo también tengo galones", dice. "Cuando llegué a Las Palmas, después de que me ficharan, tuve la oportunidad de ver a los ya entonces célebres diablillos amarillos. Y en aquel momento, tras comprobar la calidad de los jugadores que venían en esa generación pensé: ¡a qué diablos me habrán fichado a mí!", añora el tinerfeño. "Ese partido contra el Madrid no lo recuerdo bien, pero sé que fue una gran alegría para todos nosotros. El Real Madrid se nos había escapado otras veces; le teníamos ganas. Siempre hicimos muy buenos partidos contra ellos y también contra los otros grandes. Nuestro fútbol era de toque, muy bueno. Aquella semana antes de la victoria la plantilla parecía una secta hablando, hablando y hablando del Madrid mañana, tarde y noche. Le teníamos que ganar sí o sí".

Gilberto era una de las piezas de ataque de aquella UD Las Palmas que apenas unos meses antes había sido subcampeón y tercer clasificado de la Liga, a la estela del club merengue. "La pelota era nuestra y el Madrid se empleaba siempre a fondo. Ellos tenían un equipo duro, sobre todo atrás cuando jugaba Benito. Una vez me dio tanta leña que en una de las entradas se montó como en un burro, me enganchó de tal manera que acabé lesionado en los dos tobillos. Tuvieron que relevarme".

"GROSSO, LIMPIO"

A Germán, en cambio, le asignaban habitualmente otro marcador. "Cada vez que jugaba contra el Madrid designaban mi vigilancia a Grosso, al que liberaban de sus funciones atacantes. He de decir que ha sido el mejor jugador que me ha marcado porque nunca me dio una patada. Lo hacía por anticipación, con mucha fortaleza física. Era un especialista. Contra el Barcelona también recibí marcajes de Juan Carlos; en el Atlético lo hacía Glaría. Todos diferentes".

Ambos coinciden en que el tanto anulado a Pirri durante el encuentro del 71 se debió a un "fuera de juego clarísimo. No había dudas. Si se quejaron no tenían razón". De ahí que aquella primera victoria de la UD se saldó sin polémicas. "Contra el Real Madrid nos pasaron muchas cosas a través de la historia, pero no aquel día", añade Germán. "Por ejemplo: es incierta la leyenda de que Castellano falló su célebre penalti lanzando a las nubes. Fue un balón a media altura, con mala suerte. O también el partido de Copa después de la victoria 4-0 en nuestro estadio", se fija el Maestro. "Lo que ocurrió en el Bernabéu no se olvida. El primer gol del Madrid fue obra de Roberto Martínez después de que Del Bosque abrazara a Catalá y lo introdujera en la portería. El árbitro permitió todo y a partir de entonces empezó la remontada hasta el 5-0. Pudimos ganar varias veces más o eliminarles, pero siempre nos ocurría algo. Por suerte, también como entrenador tuve la ocasión de disfrutar un triunfo extraordinario", en alusión a la remontada 4-3 de los años ochenta. Lo relata como si se hubiera disputado la noche anterior.

"EL BARÇA, MÁS ASEQUIBLE"

"Siempre he dicho que para nuestra generación, por las razones que fueren, fue más asequible el Barcelona", sigue Germán. "Ganamos más veces e, incluso, también en el Nou Camp. Contra el Madrid jugábamos bien pero los resultados no se nos daban por un montón de razones, a veces ajena a nosotros". Continúa Gilberto: "El Madrid era un grande de Europa, pero el equipito canario tenía mucho orgullo y carácter. Me siento satisfecho de haber participado en esta etapa. Marqué algunos goles bonitos ... en el partido contra el Córdoba, el del 3-4, fue el mejor de todos"; "otro potente disparo", señala Germán. "Maestro: nuestro juego hacía mucho daño", replica Gilberto.

LA PARADIÑA DE PELÉ

"El Madrid ha sido al equipo que más tantos le he marcado en mi carrera profesional", responde Germán. "Ese dato me lo confirmó el consejero e historiador del club Antonio de Armas. Uno de ellos lo considero como uno de mis mejores goles. Fue de penalti a García Remón; marqué caminando". Pero puntualiza Gilberto, a bote pronto: "Para marcar un penalti como lo hacía Germán había que tener una calidad extraordinaria y, también, mucha personalidad". Y responde ahora El Maestro. "Pero a mí, en realidad, no me gustaba lanzar penalties. Lo hice cuando llevaba unos años en el equipo, pasadas siete temporadas. Me fijé en Pelé y le copié la paradiña, que había visto en televisión en los años sesenta. La verdad es que me salía bien; esperaba hasta el último momento para tomar la decisión".

Cuatro décadas más tarde ese resultado 2-0 al Real Madrid sigue siendo una de las referencias históricas del fútbol grancanario. No lo consideran, sin embargo, una de las mejores actuaciones del equipo amarillo aunque "sí una de las fechas importantes por lo que significó la victoria". Quedó en el tintero, sin embargo, el triunfo el primer triunfo en el Bernabéu. Eso es una cuestión que le toca al tiempo contestar.

Manuel Borrego

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar