Héctor Núñez, el técnico de la UD que puso contra las cuerdas al Barça de Maradona
20/12/2011

Dirigió a los amarillos en la temporada 1983-84 donde se alcanzó la semifinal de la Copa, resuelta en la tanda de penaltis

Manuel Borrego

Llegó a la Unión Deportiva Las Palmas en uno de los momentos más difíciles en la historia del fútbol grancanario. El 1 de mayo de 1983 el club amarillo había recibido su mazazo más duro tras el descenso frente al Athletic de Bilbao (1-5) y, con ello, se rompía la cadena de la etapa gloriosa de 19 años consecutivos en Primera División, el subcampeonato de Liga y Copa, las participaciones en la UEFA ... Héctor Núñez fue contratado entonces por el presidente José de Aguilar para la reconstrucción de la plantilla y hacer posible el propósito de un ascenso inmediato, que no se produjo en aquella campaña 1983-84 bajo su la dirección del hombre amable y sencillo que quería un fútbol vistoso y efectivo. Este lunes 19 de diciembre de 2011 fallecía en Madrid a los 75 años de edad (había nacido en Montevideo, el 8 de mayo de 1936).

Héctor Núñez fue el entrenador que tuvo bajo su tutela a un equipo de excelentes jugadores canarios, liderados por Alexis Trujillo, Pérez, Pepe Juan, Julio Durán, Javier Campos, Farías, Narciso, ... a los que se reforzó con el argentino residente en México, Roberto Maschiarelli, y el genio chileno de Palestino, Jorge Contreras. Más tarde se añadiría el joven Marcelo Lamela, de Quilmes.

Núñez debutó contra el Recreativo de Huelva, en el Estadio Colombino (0-1, con gol de Narciso) y terminó su trayectoria en la UD Las Palmas en la jornada 36, tras empatar en el Insular con el Palencia (1-1) y confirmarse que el equipo no alcanzaría la zona de ascenso a Primera División. Faltaban dos partidos para culminar la campaña.

EL BARÇA, CONTRA LAS CUERDAS

Pero tuvo aquel año una participación importante en la Copa del Rey, donde dirigió catorce encuentros más a los amarillos, que eliminaron esa temporada a Telde, Tenisca, Salamanca, Valladolid, Linares y Castilla. En este último equipo ya actuaban los Michel, Butragueño, Ochotorena, Francis, Martín Vázquez, ... Las Palmas llegó entonces hasta las semifinales de la competición eliminatoria, con el doble enfrentamiento frente al FC Barcelona de Diego Maradona. Los amarillos cayeron 2-1 en la ida, con goles de Clos y Alexanco para el Barça y de Saavedra para el club grancanario. La vuelta, disputada en el Estadio Insular el 18 de abril de 1984, fue un gran acontecimiento porque Las Palmas puso contra las cuerdas al mismísimo equipo de César Luis Menotti.

Un gol del chileno Contreras empató la eliminatoria 1-0 (entonces no tenían valor doble los tantos a domicilio) y forzó una prórroga, donde los amarillos aguantaron la embestida azulgrana. En la tanda de penalties se produjo el triunfo catalán con los goles de Pichi Alonso, Maradona, Tente Sánchez y Boquerón Esteban; falló Alexanco. Los aciertos amarillos fueron firmados por Pepe Juan y Julio Durán; erraron Contreras y Félix Marrero. Se prescindió del quinto lanzamiento (4-2). Era la segunda vez que Las Palmas llegaba a una semifinal y estuvo muy cerca de repetir el éxito de 1978, con Miguel Muñoz.

UN ENTRENADOR CON RECORRIDO

El charrúa Héctor Núñez era un técnico de reconocido prestigio en el fútbol español, después de haber militado como futbolista en varios clubes. Fue campeón con Nacional de Montevideo, allí debutó en Primera, y traspasado al Valencia donde inició su periplo en España hasta 1965. Con el club levantino conquistó dos Copas de Feria. Tras sus siete años en el club ché, pasó al Mallorca y Levante.

Como responsable de un banquillo su recorrido fue más amplio habiendo dirigido a Rayo Vallecano, Tenerife, Granada, Valladolid, Atlético de Madrid, Valencia y Levante, además de Las Palmas. En 1995 fue considerado mejor entrenador de América. Llegó a ser seleccionador de Uruguay y Costa Rica, también técnico del Atlas de Guadalajara o Al Nassr, de los Emiratos Árabes, entre otros.

En la UD Las Palmas (imagen superior, junto al doctor Emilio Tomé y Germán Dévora) el fútbol de su equipo dejó un gran sabor de boca aunque no logró el objetivo para el que había sido contratado.


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