Cinco minutos ... y el enfado de la grada
05/02/2012

Por Higinio Medina

Tras un buen inicio de partido, el juego de la Unión Deportiva Las Palmas fue diluyéndose conforme avanzaba el cronómetro. Ni siquiera la gran cantidad de oportunidades marradas contentaban a los aficionados, que veían que su equipo no podía con un Guadalajara que dejaba buenas sensaciones por el juego desarrollado. Así pues, aparecieron los primeros pitidos de la gélida tarde en el Gran Canaria.

Un final de locura, propio de grandes hazañas y con cinco minutos de alargue que difícilmente se olvidarán, hicieron que el enfado de la grada quedara en un segundo plano. Ahora bien, han sido las protestas más significativas en lo que va de temporada y es un dato a tener en cuenta, ya que en la segunda parte se palpaba cierta indiferencia ante el espectáculo ramplón, que por momentos ofrecían los actores.

Fueron cinco minutos que rozan la épica, pero también se debería considerar que el Guadalajara, dando la victoria por segura, empezó a sestear en el campo frenando el juego con faltas, intentando que corriera el tiempo y convirtiéndose en la antítesis de lo que minutos antes había sido. Creemos que una de las claves del éxito canario fue que su rival renegara de la oferta que había ofrecido anteriormente. Otra de las claves fue, más con el corazón que con la cabeza, creer que se podía conseguir el milagro y por supuesto, ver por fin a un árbitro que supo estar... Al final lo que cuenta son los tres puntos que incrementan el casillero amarillo camino de la tranquilidad; pero, ¿deberíamos contentarnos con ello?

 

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