Foto: C. Torres
El clima de tensión superó en la noche del viernes los límites de la tolerancia al finalizar la luchada entre Agüimes y Adargoma. Una decisión del colegiado Francisco Candelaria no gustó al equipo local, que conservaba esperanzas de remontada. Y, entonces, las protestas fueron en aumento hasta ponerse a escasos centímetros del rostro del colegiado. Candelaria, en tan difícil situación, mantuvo la calma y con la colaboración de la Fuerza Pública restableció el orden. Aunque por momentos el caos pudo apoderarse del espectáculo deportivo.