El Comité de Competición ha demostrado hoy con nitidez el desequilibrio al que está siendo sometida la UD Las Palmas a lo largo de la temporada. La tercera tarjeta roja anulada por una decisión administrativa es un duro tirón de orejas al gremio y también luz ámbar encendida que pone en alerta esta situación de agravio. Ha ocurrido tras un partido en el que la UD Las Palmas no acumuló mérito alguno para puntuar, pero tras el 2-0 del Alcoyano es inevitable ver una relación con la mal señalada expulsión a Pignol y el desenlace inmediato de los acontecimientos.

Si Competición pudiese rearbitrar los encuentros, al conjunto de Juan Manuel Rodríguez se le añadirían algunos puntos. Dejamos al criterio del lector la cantidad, pero ello le llevaría a alejarse de manera decidida del incendio de la cola y acercarse al calor del éxito. No creemos, pese a todo, en campañas existentes; creemos sin embargo en la descompensación evidente.

Las Palmas tiene que corregirse, de eso no cabe duda. Ha de mejorar sus prestaciones en los terrenos de juego, incluso para evitar las tarjetas de catálogo absurdo; pero algún mecanismo queda por poner en marcha para que el Comité de Árbitros también ajuste su precisión. Los datos de la temporada, que hemos ido exponiendo en diversos reportajes de Tinta Amarilla.es, son realmente escandalosos. No se trata de pedir para sumar; es cuestión de que no se reste. Y menos mal que el crucero amarillo navega en aguas tranquilas ...

PD: En TintaAmarilla.es no participamos ni participaremos en confabulaciones mediáticas afines para derribar al entrenador de la UD Las Palmas, al que incluso ya intentan situar fecha de caducidad tras generar debates de opinión entre usuarios anónimos. Como bien recordaba un admirado colega de antaño, "la UD Las Palmas es tan grande que es capaz de unir a enemigos para hacer daño".

Seguiremos diciendo que tal gol está bien o mal anulado y este otro penalti mereció o no castigo.