Las calderas de la lucha en Gran Canaria siguen subiendo temperatura, esta vez en la máxima categoría. En la noche del jueves el Castro Morales certificó la primera notable sorpresa de la temporada al imponerse en Las Huesas (12-9) al campeón insular, CL Almogarén. El encuentro tuvo emoción, intensidad, polémicas y momentos de brillantez entre dos acorazados que salieron en pos de una victoria que prestigia. Al Castro Morales le sirve el triunfo, además, como refuerzo moral después de superar a su mermado verdugo (faltaba en la arena el estilete Agustín Mayor) en la final de la Liga de Gran Canaria.

Fue una luchada sin tregua. El momento cumbre se alcanzó cuando, con 9-8 a favor teldense, se midieron por primera vez el líder local Catire IV con el aniquilador de Valsequillo, Juan Espino Trota. En la primera agarrada ambos sumaron dos amonestaciones y los graderíos se encendieron con protestas mutuas. Cierto es que Trota tardó en tomar iniciativas ante un rival que tenía como misión protegerse. Y así lo hizo durante los tres largos minutos de las dos agarradas, aguantando todas las embestidas del puntal A grancanario. La eliminación de ambos dividió la opinión de los aficionados: protestas en la parroquia de Valsequillo con estéril petición de una nueva amonestación para Romen Luis, mientras que los anfitriones teldenses aplaudieron la doble eliminación porque quedaba en franquicia la posibilidad de un triunfo en la velada.

Éste lo certificó finalmente el presidente de la entidad, Jaime Rivero, al dar las dos a Humberto Vera y cerrar el marcador para el Castro Morales, que mantuvo en pie al propio Rivero, a Ayoze Travieso y al destacado Moisés Pérez, que no sudó esta noche la ropa de brega. La colgó en el perchero porque no entró en escena.

El planteamiento del mandador Juan Martel, a la vista de la ausencia tan importante en el cuadro visitante, fue muy agresivo. Los seis primeros puntos de la velada cayeron del lado del Castro Morales, merced a las intervenciones de Mamé Jiménez (dos), Zebenzui Bolaños (dos) y Antonio Santana (dos). Con el 6-0 en el marcador se produjo la reacción del campeón, que empezó a triturar hasta el empate 6-6 con las aportaciones de Humberto Vera (dos), Trota (dos) y Damián Suárez (dos).

Se alcanzaron varios instantes importantes y casi todos se decantaron a favor local; quizá el único con polémica fue la eliminación por amonestaciones de David Toledo, en su cruce con Damián Suárez. El siguiente contratiempo para el Almogarén fue la mutua pérdida de Aridane Ramírez con Yeray Hernández, luego de ir lucha a lucha. Ayoze Travieso, pletórico, puso fuera de brega a Raúl Mayor y a Damián Suárez; mientras por último Jaime Rivero, muy centrado, logró puntos determinantes con Suso Martel y el mencionado contra Humberto Vera.

El Castro Morales demostró tener una profundidad en su plantilla que es digna de tener en cuenta. El Almogarén, sin embargo, pasa con dificultades una prueba en la que padecía una Trotadependencia evidente. Pero bueno es que brote una nueva potencia capaz de estar a la altura para las competiciones de todo ámbito que esperan aún en el calendario.

Hubo lucha, hubo especulación también, hubo mucha energía en el terreno, en las gradas aliento y calenturas ... Y hubo pasión, la que se ha echado en falta en algunos instantes del anterior torneo.

La primera batalla de la nueva competición fue para el Castro Morales pero quien gana también es el Almogarén: se adivina en Valsequillo para la segunda vuelta la revancha de la revancha. Ahí es nada. La competición promete.

Formaciones:

12 Castro Morales:Mamé Jiménez (2), Zebenzui Bolaños (2), Antonio Santana (2), Jorge Rivero, David Toledo, Fermín Déniz, Yeray Hernández (1), Ayoze Travieso (2), Jaime Rivero (2), Catire IV (1) y Moisés Pérez.

9 Almogarén:Acoirán Sánchez, Cristian Sosa, Nauzet Sánchez, Aythami Pérez, José María Santana, Cristo López, Humberto Vera (2), Juan Espino Trota (3), Damián Suárez (2), Suso Martel (1), Aridane Ramírez (1) y Raúl Mayor.

Arbitró Enrique Rodríguez.

Pedrita

David Toledo, expulsado

Con 6-4 en el marcador y en el cruce entre David Toledo y Damián Suárez, se produce la eliminación del primero al acumular una amonestación más que su rival. La mecha estaba encendida desde hace tiempo y se produjo un breve alboroto en el graderío del Castro Morales. Toledo no aceptó de buen grado la decisión del colegiado y discutió con él. Antes también se encaró con el destacado de Valsequillo, necesitando la ayuda de su capitán Jorge Rivero (imagen de la izquierda) para abrir distancias. No pasó de la protesta pero el colegiado dejó constancia de un menosprecio y de la expulsión en el acta. En suma, nada que no se pudiera resolver con una buena ducha fría.

Sin embargo, instantes después mientras Damián Suárez rodeaba el terrero, el ex luchador y ahora aficionado de Las Huesas, Zurita (a la derecha), llegó a contactar con él en una arriesgada maniobra que pudo caldear aún más los ánimos de la concurrencia. Damián pidió al colegiado Enrique Rodríguez que observara tal circunstancia, respondiendo ambos con tranquilidad. Este hecho fue el único lunar de una velada luchística de las que hacen afición.