La familia de los primos por la rama materna Juanpe Ramírez (30 de abril de 1991), defensa de la UD Las Palmas, y Ernesto López (10 de marzo de 1991), luchador del Maninidra, es extensa y recorre la comarca del Sureste del Cruce de Arinaga hasta Ingenio. Se reencontraron este miércoles en el Estadio de Gran Canaria para cumplir un deseo del bregador campeón insular de la categoría segunda, que saborea como propia la titularidad del futbolista al que ha seguido desde tierna infancia. La lucha canaria ha sido deporte de unión entre la mayoría de los miembros del clan, incluso el propio Juanpe la practicó en edad escolar. Tras ellos, también en relación consanguínea con Ernesto, figuran los hermanos Rodríguez del Toro y el portero David, del juvenil amarillo este año procedente del Estrella. Una gran vocación familiar por el deporte, en suma.

Juanpe goza de la popularidad propia que otorga una gran plataforma como lo es la UD Las Palmas, día a día con presencia en medios informativos. Ernesto López, por su parte, es menos conocido pero ahora es el que vive una etapa de brillo. Abandonó el basket para irse a un terrero sin el permiso paternal hace seis años. Mide 1.86 (cuatro centímetros menos que su primo futbolista) y pesa 130 kilos "por las mañanas", matiza con sorna. Aún saborea el título ganado hace unas semanas ante el Adargoma "que vimos perdido cuando cayó por primera vez Agustín González ante Miguel Hernández. Pero Tino es un gran luchador y supo recomponerse. Le vimos bien y cuando tiró por primera vez a su rival supimos que la Copa iba a ser para el Maninidra".

Ernesto vive con intensidad las últimas horas antes de la luchada de este viernes en Los Molinillos, que se presenta como posibilidad de revancha del club de San José. "Hemos preparado bien durante toda la semana el encuentro. Nos hemos fijado mucho en la lucha a ras de suelo que tiene Miguel, que nos trae de cabeza, como ya ocurrió en la fase regular del campeonato. Un juvenil de su calidad no se ve en otros equipos y es el principal exponente de su equipo. Él es el hombre a batir y el Adargoma es también el equipo a ganar en nuestras competiciones. Estamos muy motivados, se verá una lucha otra vez de altura".

Sin embargo considera que su compañero, el Pollo de la Candelaria, es el mejor de la categoría: "Agustín es un hombre impresionante. Verle luchar nos motiva muchísimo. Su movimiento de cadera, la velocidad de sus acciones, ... es muy completo y sabe aprender. El día aquel de la final escuchó a mi primo Carmelo (Rodríguez del Toro) que le dio las cuatro claves para ganar al Adargoma. Lo hizo. Este viernes se verá una gran luchada. Nosotros respetamos mucho al Adargoma, aunque no dejamos de tener en cuenta a Doctoral y Gáldar, que pueden dar también la sorpresa".

"NO NOS GUSTAN LAS SEPARADAS"

Los objetivos para Ernesto López, como también le ocurre a su primo Juanpe, están todavía por descifrarse esta temporada. "Queremos, no obstante, ir a por el título regional, algo que no hemos podido lograr en algunos años. Nos vemos capacitados y con el mejor luchador de la categoría podemos alcanzarlo. Tías y Unión Norte, ambos de Lanzarote, son los conjuntos que pueden estar a nuestro nivel también, sin olvidarnos del Adargoma. La segunda categoría es la más espectacular de la lucha. El año pasado estuvimos en Primera y no ganábamos, pero ofrecíamos siempre un buen espectáculo. La filosofía del Maninidra es el estilismo; no nos gusta las separadas, deberían abolirla como resultado en nuestro deporte".

Ernesto y Juanpe, Juanpe y Ernesto; lucha y fútbol, pasiones.