Maninidra y Adargoma elevan su rivalidad a la máxima expresión. Ambos conjuntos salieron a pecho descubierto en la luchada de este viernes, resuelta para el equipo de Ingenio (12-10) no sin dificultades.Es el encuentro más espectacular de cuantos se organizan en Gran Canaria, con dos formaciones que no guardan y salen a hacer del deporte vernáculo una escena en la que se entremezclan la destreza, la habilidad e, incluso, la acrobacia.

Sirva el nuevo dato: de los cincuenta y dos cruces individuales entre los luchadores de ambas plantillas, sólo una lucha resultó separada. ¡Y de qué manera!. Tino González y Efrén Medina agotaron el primer minuto y medio pero con incertidumbre porque con el tiempo ya cubierto se produjo una ofensiva del líder local, que dio en tierra a su adversario, pero éste cayo fuera de los lindes del terrero y se abortó la primera acometida. En la segunda, Agustín González puso la sentencia.

La mejor agarrada de la noche la protagonizaron Juan Alberto Ramírez y Omar Martín (imagen de la derecha). El adargomista mordió el anzuelo y dejó su pierna izquierda al alcance de luchador local. Pareció que el intento iba a ser una cogida de muslo pero, en el último instante optó por la cintura y volteó a su oponente, que dio un giro casi de 180 grados. Mereció la ovación.

A Miguel Hernández, en cambio, se le está haciendo algo larga la temporada. Quizá porque asume mucha carga de responsabilidad y porque sus rivales están fijándose en la fórmula de batirle. Jonathan González aceptó la propuesta de luchar lo más cercano a la superficie arenosa e imitó sus movimientos de cadera. El brazo apoyado en el cuello del adargomista pudo hacer el resto.

Pero esta rivalidad no muere con la luchada de este viernes; al contrario. La victoria del Maninidra es el combustible del Adargoma.