No sabemos si volverá a marcar de cabeza, pero lo cierto es que Mauro Quiroga tiene un arte peculiar en este tipo de remates a puerta. El pasado sábado, tras un espectacular salto y un no menos espectacular giro de cuello, daba el triunfo a los amarillos cuando nadie apostaba por él. Hoy volvía a erigirse en protagonista de la victoria ante el Murcia, con un nuevo testarazo, que introducía el esférico en la portería rival, haciendo justicia a lo acontecido sobre el terreno de juego.

Evidentemente, no es en exclusiva obra suya la consecución de los tres puntos que acercan a la Unión Deportiva, como objetivo primario, a mantener una año más la categoría; es el resultado del juego colectivo de un equipo, que hoy tuvo en frente a un rival que actuó hasta los primeros viente minutos como venía haciendo el equipo canario habitualmente, es decir: a verlas venir, para plantear en la medida de lo posible algún contraataque...

Fue un encuentro de lucha y sacrificio, además de inteligencia y decisión; la decisión de Juan Manuel Rodríguez de ir sin ambages a por el partido desde el primer minuto, y desde el primer minuto, al margen de que hubieran jugadores más o menos acertados, tuvimos la sensación de ver a un equipo que transmitía seguridad y convicción, y que difícilmente se vendría con las manos vacías del campo pimentonero.

Quedan catorce partidos para el final de liga y aproximadamente doce puntos para obtener la tranquilidad que no se ha tenido en los finales de competición precedentes; son muchos partidos por disputar y puede suceder cualquier cosa, pero no debemos echar las campanas al vuelo, porque nos imaginamos que después de esta importante victoria todo serán parabienes y quienes cuestionaban la continuidad del entrenador, no tendrán el menor reparo en olvidarse o aparcar esta circunstancia hasta que vengan "curvas"; a pesar de que hoy toque alabar...