Como si de un vodevil se tratara, en el que el diálogo de los actores nos recordaba a Max Aub, con el: "Es tuya; no, es tuya; que no, que es tuya...", vimos a Ulloa que pasaba por allí, sin dar crédito a la oportunidad que se le presentaba, alojando con suma tranquilidad el balón en el fondo de las mallas, ante la incredulidad de los aficionados, quienes en mayor número que ocasiones anteriores poblaban las gradas del Gran Canaria.

Fue una escena que podríamos catalogar dentro de lo absurdo y de lo esperpéntico la que protagonizaron Barbosa y David García, pero también, como en los dramas de final feliz, tuvo la justa compensación con el gol de David, que volvía a igualar la contienda y sobre todo, la celebración posterior, corriendo por todo el campo a abrazarse con el meta argentino.

Probablemente nunca un equipo (el almeriense) con tan poco en ataque se mereciera tal recompensa, sobre todo al basar su planteamiento en una férrea defensa con dos líneas de cuatro, mientras que el representativo de la isla, "embotellándolo" por momentos, no tuviera la fortuna necesaria de cara al gol, a pesar del excelente partido realizado.

Dos puntos se han quedado en el camino y nada que objetar al rendimiento de los amarillos. Quiénes se dieron cita en el recinto de Siete Palmas animaron desde la salida de los jugadores al campo, con una de las mayores ovaciones que se han dado en los preámbulos del partido; incluso al inicio del mismo. Se estaba viviendo una fiesta, principalmente en la segunda parte, con oleadas constante de la vanguardia insular, jaleada en todo momento por el graderío...

Son momentos dulces; atrás va quedando el fantasma del descenso, quien vestido de azul y amarillo para la ocasión, da paso a la ilusión y elimina los reproches. Es hora de remar en la misma dirección (siempre); es hora de eliminar filias y fobias. Quedan doce partidos por disputar y si no es en esta temporada, los cimientos del proyecto ya están asentados para la siguiente; pero eso es el futuro lejano, ahora tenemos el inmediato y en él; todo es posible.