J 32: Pino Zamorano agranda su leyenda (2-1)
31/03/2012

El colegiado deja a la UD en inferioridad numérica unos segundos, los justos para que el Valladolid sentencie su victoria en el tiempo de prolongación

¿Cómo lo hace Pino?, ¿qué pócima utiliza para llevar su nombre a los titulares de una crónica?, ¿qué fuerza sobrenatural tiene para enojar a los protagonistas amarillos y a los fieles de la UD Las Palmas?. Este sábado era noticia porque no era noticia. 82 minutos ininterrumpidos de un arbitraje ajeno a cualquier implicación en el marcador del Valladolid-Las Palmas, encuentro reñido como era de esperar entre dos conjuntos inmersos en la zona media alta de la clasificación. Todo iba sobre ruedas pero sacó el silbato, desempolvó las tarjetas y 'apareció'. En diez minutos y descuento su mano quedó reflejada en la derrota grancanaria, que había batallado durante el resto del partido en un cara a cara frente al Valladolid. Y coronó la tarde con una decisión polémica, tras la cual los jugadores de Juan Manuel observan las consecuencias de una derrota en su campo maldito.

Pino decidió que David García, tras una acción de choque, necesitaba ser atendido por los servicios médicos de la UD Las Palmas. El capitán de Maspalomas se negaba a abandonar el rectángulo al advertir que no sufría consecuencia lesiva alguna. Según han desvelado los propios jugadores grancanarios, el defensa central amarillo fue amenazado por el colegiado de ser amonestado si no abandonaba el terreno. Y, en ese corto espacio de tiempo, en inferioridad numérica obligada por el árbitro, Barbosa vio perforada por segunda vez su portería y el trabajo de toda una semana se fue a un vertedero.

El regreso de la expedición grancanaria es de enojo absoluto, aunque lo cierto es que la UD Las Palmas planteó un encuentro a cara de perro al Real Valladolid. Fue un partido de espacios cortos, de mucha contención defensiva, de vigilancia extrema de unos a otros y de latigazos. Hubo mucho respeto entre dos equipos que han actuado con alto grado de intensidad, en espléndido momento de forma, y en el que su fútbol respectivo quedó dañado por lesiones. La de David González se confirmó en los minutos previos al choque y a los diez minutos caía el hábil Sisi, motor pucelano.

El Valladolid mostró que tenía pólvora en estos momentos de la Liga. Envió dos balones al travesaño a lo largo del partido y empezó a enderezarlo con una genialidad de Nauzet. El centrocampista isleño galopó toda la banda derecha esquivando a Ruymán y Momo, dribló a Herner en una baldosa y clavó el 1-0 con la zurda. Sólo así, con la firma de un genio, pudo ponerse por delante en el marcador el candidato al ascenso, pero encontró una rápida respuesta visitante con modificación en la estructura de su once. Una vez más Juan Manuel sacrificó un defensa (Herner) y añadió un jugador de contacto en el centro del campo (Sergio). Las Palmas reaccionó al primer latigazo y en otra acción de estrategia el central David García cabeceó a las redes de Jaime.

Justicia y equilibrio fueron los términos que decoraron el tramo final del partido, con una gran ocasión de Quiroga, que disparó levemente cruzado, para los amarillos y otra más del Valladolid, salvada por Momo en un despeje que repelió el larguero. Pero allí estaba él, reclamando su partitura, desafinando otro día y haciendo que su leyenda sea tan oscura como su equipaje.

Apareció por primera vez esta temporada en el mismo escenario que la UD Las Palmas y, como se siempre, se armó el alboroto a lo Pino Zamorano.

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