Nauzet pidió perdón tras marcar un gran gol
31/03/2012

"No fue una semana fácil para mí" comentó tras el partido admitiendo que han habido contactos con la UD Las Palmas

Empezaba el segundo tiempo y Nauzet Alemán firmó la jugada del partido. Arrancó por la derecha con un cambio de ritmo vertiginoso. No pudo frenarle Ruymán. Momo, que estaba al acecho, le siguió e intentó cerrar su paso agarrándole; pero una vez entró en el área el estilete del Real Valladolid, el zurdo grancanario tuvo que renunciar en la carrera porque el riesgo de un penalti era inminente. Le salió al paso entonces Diego Herner y el argentino interpretó que Nauzet iba a disparar con su diestra. No le conoce bien del todo. El 'mago' cambió de lado el balón y lo cruzó ante Barbosa, con un zurdazo. Toda la secuencia, fotograma a fotograma, a velocidad de Champions.

Había anotado el gol en la portería donde más le duele. De inmediato fue rodeado por todos sus compañeros a los que pidió un poco de aire. No hubo celebraciones, tampoco el día de la Copa del Rey cuando, con la misma camiseta, también dejó su sello en la portería grancanaria. Nauzet se dirigió al banquillo isleño y a la grada donde los colores que mejor reconoce asumían la primera desventaja en el Estadio de Zorrilla.

Nauzet unió sus manos y pidió perdón. Tras el encuentro reconoció que "ha sido una semana difícil para mí", luego de que se divulgara sin confirmación alguna su presunto vínculo profesional la próxima temporada con el club que le vio nacer. Nada nuevo en realidad; una vuelta de tuerca a un lío innecesario que le colocó en una incómoda situación ante los aficionados pucelanos y en el deber de extramotivarse. Sin embargo, su profesionalidad quedó fuera de toda duda, el gol es la señal inequívoca.

"El presidente y yo sabemos lo que hemos hablado" dijo tras admitir que han habido conversaciones con la UD Las Palmas. Nada nuevo, otra vez. Más de lo mismo. Puede negociar con quien lo desee desde el pasado 1 de enero, porque quedará libre en una entidad cuyos administradores concursales han cifrado este pasado martes en 73 millones de euros la deuda global. Ese infierno ya lo había vivido antes en su propia casa. En junio será de nuevo amarillo ... o no. El tiempo dirá.

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