Desolación en los rostros
31/03/2012

Por Higinio Medina

La imagen de los jugadores amarillos al finalizar el encuentro que les enfrentó al Valladolid era el fiel reflejo de la impotencia. El primer plano que nos ofrecía la Televisión Canaria no podía ser más evidente. Sus rostros cariacontecidos hacían innecesarios comentarios al respecto; se había luchado en un partido intenso en el que se mereció algo más ante un gran rival con un brillante Nauzet, pero cinco minutos fueron suficientes para echar por tierra el trabajo realizado.

No pudo ser, pero las conclusiones han de ser positivas a pesar de la derrota. No vamos a entrar en algunos desajustes observados, ni si la entrada de Laguardia por Vicente (en tareas defensivas) pudo tener influencia o no, ni siquiera que cuando se produce el gol David García estaba fuera del rectángulo. Pero lo cierto es que, como hemos comentado en otras ocasiones, este es otro equipo que invita a la esperanza; no se amilana ante la adversidad y no deambula por el terreno de juego. La prueba evidente es precisamente la imagen que describíamos al principio; la intensidad de sus miradas al vacío lo decían todo...

En los últimos enfrentamientos hemos corroborado lo que tantas veces se había demandado: que sea el contrario el que tenga que preocuparse. Cuando la identidad aparece y el sacrificio es sublime, sólo puede pesar la derrota; pero si los criterios son sólidos la capacidad de reacción no se hace esperar.

Si este partido se pierde en el Gran Canaria de la forma en que se ha perdido, la ovación sería igual que de haber ganado. Creemos, no como zahorinas, que el devenir pasa por las dos próximas jornadas que se disputarán en el recinto de Siete Palmas y que el apoyo del público se hace más necesario que nunca con su presencia, sobre todo cuando a los "gallitos" de la categoría se les atraganta la Unión Deportiva.

 

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