El Ros Casares, de la mano de su técnico Roberto Iñíguez, se ha proclamado campeona de Europa, al vencer en la final al también conjunto español Rivas Ecópolis por 52-65. El acento amarillo de este triunfo está en la presencia en el banquillo de Iñíguez, quien en la campaña 1991-1992 logró, como jugador en el puesto de base, un ascenso del Gran Canaria a la Liga ACB.

Iñíguez era el director de juego cerebral del Gran Canaria en el penúltimo ascenso a la Liga ACB de los amarillos. Con una muñeca de oro que le permitía anotar desde el perímetro con mucha fluidez, formó un equipo sobresaliente que dirigió Manuel Hussein en la campaña 1990-91, con componentes como Gregg Stewart, Pedro Ramos, Antonio Sacedo, Joan Pera (actual delegado del equipo), Juan Ramón Marrero (actual adjunto a la gerencia), Ramón Oliver, Juan Méndez, Roberto Lombilla, Fran Herrera y Manolo Gómez.

Tras ese primer y exitoso año con los amarillos, Iñíguez jugó con el Gran Canaria en la máxima categoría, sin suerte para alcanzar la permanencia. Ahí acabó su carrera en el Granca. Después de colgar las botas dirigió su carrera deportiva en los banquillos, donde ha entrenado a conjuntos masculinos de categorías inferiores. Esta temporada la había iniciado en el Equipo de la Liga EBA del Valencia, pero el Ros Casares le dio una oportunidad en diciembre, supliendo en el banquillo a Natalia Hejková.