Triple cambio
21/04/2012

Por Higinio Medina

Apenas faltaban 10 minutos para el final del partido entre el Jerez y la Unión Deportiva cuando el entrenador canario decide realizar tres cambios de una sola vez, a pesar de que el equipo perdía por dos goles a cero y naufragaba desde mucho tiempo antes por los linderos del Chapín. No suele ser habitual verlo en un partido, salvo que las cosas vayan muy mal, para tomar esa decisión con el fin de recomponer líneas...

Jugar a ser entrenador es a la vez que fácil muy complicado, pues para jugar bien se tendría que valorar el trabajo de la semana o el rendimiento de los jugadores entre otras variables y normalmente quienes presenciamos los encuentros somos meros espectadores ajenos a ellas, de ahí que no podamos valorarlas en su justa medida lo que sí puede hacer el titular del equipo, quien las conoce de primera mano. En cambio sí podemos analizar y opinar única y exclusivamente sobre lo que vemos y las sensaciones percibidas.

Dicho esto, y es comentario generalizado, no sabemos a qué jugó hoy el equipo amarillo, ni siquiera la reacción del banquillo a tan escaso tiempo para el final. Vimos jugadores débiles en los marcajes, carentes de fe, y lo que es peor, dando la sensación de sentirse inferiores a un equipo que desarrollaba un juego insulso pese a contar con un jugador más sobre el rectángulo de juego por la incomprensible auto-expulsión de Ruymán.

A nuestro equipo; o lo han transformado en las dos últimas jornadas, o lo visto en jornadas precedentes fue flor de un día y éste, es su estado natural. Sabemos que hay bajas, lo mismo que sabemos que hay suplentes para cubrirlas (para eso están), pero no terminamos de entender cómo funcionan el Yin y el Yang en los grancanarios, aunque si entendemos que por este camino difícilmente se conseguirá el Tao. Lo lamentable es que, por lo visto hasta ahora, sólo se ha optado por cubrir el objetivo de la salvación; el incentivo extra de optar a cotas mayores, a pesar de las inmejorables opciones que se han presentado, y que es por el que todos los aficionados suspiran, parece que tendrá que esperar...

 

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