El partido Las Palmas C-Pedro Hidalgo acaba en el Comité de Competición para resolver el final anticipado al quedarse con seis jugadores el equipo visitante
Iba a ser la fiesta del filial Las Palmas C, ascendido a Primera Regional y que aspiraba a lograr el punto que le colocara como campeón de su categoría. Ganaba el partido con soltura (5-1) pero una serie de sucesos acaecidos en el terreno de juego del Anexo al Estadio de Gran Canaria provocaron que su rival, Pedro Hidalgo, se quedara con seis jugadores en la alineación (cinco expulsados, al margen del técnico) provocándose así la suspensión del partido a falta de una decena de minutos para agotar el tiempo reglamentario.
Fueron hechos que rozaron el surrealismo, con una excesiva motivación que superó límites de tolerancia. Entre el juego brusco y las protestas, al margen de la superioridad en el marcador del conjunto de Santi Calvo, fueron cayendo uno a uno los 'eliminados' del conjunto visitante, auspiciando que el partido tuviera una finalización por la vía rápida. Ahora tendrá que dictaminar el Comité de Competición todos los detalles para la ratificación si procede de la victoria amarilla.
Este es un caso similar al que en su día (14 de noviembre de 1992) se produjo entre la UD Las Palmas y el Écija Balompié, en Segunda División B. Aquel día el equipo andaluz tuvo cinco expulsados y esta manifiesta inferioridad generó el final de aquel encuentro en el minuto 43. El marcador 0-0 pasó por el Comité de Competición que lo convirtió en victoria canaria 3-0 y resta de puntos al equipo sevillano.
Las Palmas C logró hace varias jornadas el ascenso a Primera Regional sin haber perdido un partido, cediendo solamente dos empates en todo el curso.
Los peores sucesos del encuentro se produjeron cuando los jugadores iban camino de vestuarios, con una tangana en los graderíos en la que habría participado algún jugador visitante. Hubo una llamada a las fuerzas del orden público que, minutos después, hizo acto de presencia para restablecer la tranquilidad. Por suerte todo se quedó en un calentura que el tiempo curará.