La danza del Gomerito
25/05/2012

Reflejos ágiles y unas piernas de claqué otorgan al puntal tinerfeño de Sardina la condición del Fred Astaire de la lucha canaria, agotando con su movilidad a puntales como Juan Espino Trota

Fue el propio Castro Morales el club que, tras cerrar la operación de venida a Gran Canaria del Catire IV, hizo de puente entre Samuel Rodríguez Gomerito y el Unión Sardina, que por aquellos días perdía en sus filas a los hermanos Cristóbal y Josué Suárez. A Carmelo Rodríguez del Toro le llegó una estimada ayuda desde los terreros de Tenerife. Gomerito vino a las competiciones de Gran Canaria para recuperar la forma y aprender al lado de un consumado estilista: "Es un honor compartir el mismo equipo que Carmelo", dijo. Unos meses después se ha convertido en uno de los referentes de las competiciones de la lucha canaria del lado oriental del Archipiélago y pieza básica de un sorprendente Sardina que, con su victoria a domicilio sobre el poderoso Almogarén, se reivindica como un candidato en el inquietante Torneo de El Corte Inglés de lucha corrida.

Gomerito ya había enviado a la arena a Juan Espino Trota en la competición regular del Torneo de La Caja. Le amagó una pardelera y, con rapidez, le creó un vacío al puntal A de Valsequillo. Rodó sobre la arena Trota y comprendió que las piernas del puntal C del club de Vecindario se movían a mayor velocidad de lo habitual. Remontó Trota aquella noche y esperó hasta encontrarse este jueves de nuevo con el hombre que había hecho dudar.

La lucha también tiene memoria. Gomerito salió a la arena del terrero de Valsequillo otra vez para danzar. Rápido, ni un sólo instante de paz, el Fred Astaire de los terreros recorrió todo el círculo de brega sin cesar. Y cuando Trota logró capturarle con su lucha envolvente, Samuel zigzagueó hasta zafarse y poner de nuevo la agarrada en el punto de equilibrio, incluso con dos amonestaciones ambos. Pero el gigante del Almogarén le cazó tras dos minutos y medio de intenso baile y con un toque por dentro le quitó de brega. Samuel también agotado (imagen de la derecha) había logrado uno de sus objetivos no obstante. Su cansino ajetreo obligó a Espino a ser atendido durante cinco minutos para recuperar sensaciones y aligerar dolor en una de sus rodillas.

Luego vino Rodríguez del Toro y la lucha cambió de dirección.

 


 

Y así quedó Carmelo Rodríguez del Toro tras superar a Agustín Mayor (C. Torres)

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