Ha sido clara la apuesta de la comisión deportiva de la UD Las Palmas: la próxima temporada el propósito del club es la búsqueda de la Primera División, una obsesión que pervive 16 años después de aquel retorno a la Liga Profesional de la mano de Pacuco Rosales. Desde ese momento, el equipo amarillo se ha convertido en uno de los clásicos en este estadio competitivo, alcanzándose frente al Sabadell la cifra de 500 encuentros oficiales en ligas regulares de Segunda División en ese periodo entre 1996 a 2012 (no contabilizamos los dos de promoción frente al Real Oviedo, en 1998).

Hay dos claras vías para materializar el ascenso a la máxima categoría: el talonario (véase Deportivo o Betis) o la constancia en un trabajo estructurado (el promocionista Alcorcón podría ser ejemplo de esto último). Las Palmas opta sin duda por esta segunda ruta, con la cantera como carburante principal, porque no se concibe hoy hacerlo como en 2000 cuando de la mano de Kresic y con un conjunto nutrido de experiencia y calidad se vivió el único día de gloria en esta ya prolongada etapa donde el hábitat del club grancanario queda en el segundo escalafón. El aroma de Primera, después de los 19 años consecutivos en la élite, se evaporó en 1983.

UNA QUINCENA EN EL BANQUILLO

En total fueron quince los entrenadores empleados por la UD Las Palmas en el intento de hacer cumbre o, en su defecto, escapar del incendio de la clasificación. Juan Manuel Rodríguez ocupa el primer puesto en el ranking de actuaciones, con un total de 120 encuentros (125 en el cómputo general a título personal) y es también el técnico que a través de la historia ha dirigido un mayor número de veces a la UD Las Palmas en la Segunda categoría. Lo ha hecho en cinco temporadas alternativas y siempre con la prioridad de la permanencia porque, como él mismo recuerda, "siempre me tocan los momentos más difíciles en la entidad".

Su promedio de puntos, pese a la abundancia de partidos disputados, está por encima de la media global del equipo (comprobar datos incluidos en esta misma información) y su vocación por la cantera es, junto a la de Paco Castellano, de innegable valor y generadora de riqueza para la entidad. Aunque ése apartado merece un análisis detallado en otro momento.

Roque Mesa canta al oído de Juan Manuel uno de los goles de la UD al Girona, esta temporada (C. Torres)

El balance estadístico de la participación de esos entrenadores de los últimos 16 años en Segunda A merece algunas consideraciones curiosas. Juan Antonio Quintana Nieves (etapa final de la Liga 1998-99) es quien presenta mejor promedio, si bien sus 13 puntos en siete encuentros se lograron en una etapa de guante blanco dentro de la categoría. Stambouli, como es de esperar, el peor con ningún punto logrado en su única actuación (Algeciras) donde ni siquiera se sentó en el banquillo. El francés es icono de una etapa donde dominaba la precipitación.

No pasa por el alto el bajo rendimiento de los seis encuentros de Sánchez Aguiar (0,66 puntos por jornada) y el ciclo gris de David Vildal (1,06), que enfiló a la UD Las Palmas hacia la segunda hecatombe de caer en la Segunda División B.

Otro hecho a tener en cuenta es que desde 1996 sólo cuatro entrenadores completaron una temporada en Segunda División con Las Palmas: García Remón (97-98), Kresic (99-00, ascenso), Yosu Uribe (02-03) y Juan Manuel Rodríguez (2011-12). Habría que remontarse hasta el ejercicio 89-90 para encontrar al siguiente: Paquito García, quinto con 15 victorias, 10 empates y 13 derrotas, es el precedente.

El mejor ataque lo presentó el equipo de García Remón (72 goles en una campaña, con un promedio general de 1,71 goles por partido), le sigue Paco Jémez (1,36). Las peores defensas promediaron dos goles por encuentro (Sánchez Aguiar, Tino Luis y el simbólico dato de Stambouli), ...

Suma y sigue. El partido 501 lo firmará el decimosexto de la serie técnica.

Manuel Borrego

LOS QUINCE ENTRENADORES EN SEGUNDA 'A' DESDE 1996