La UD temió con Barbosa un segundo 'caso Lequi'
23/06/2012

El club desactiva la operación portero después de que el argentino aclarase su situación, para regresar motivado a un proyecto personal de tres temporadas

Inicio del verano de 2011. La UD Las Palmas había concedido vacaciones a toda la plantilla con la estructura del equipo profesional ya organizada. Matías Lequi, renovado verbalmente, se mantenía con galones de jerarquía en el centro de la defensa amarilla. Su concurso en el tramo final del ejercicio anterior había resultado determinante, no así el de su compañero Leonardo Borzani, el centrocampista que apenas tuvo presencia como refuerzo invernal.

Pero las noticias comenzaron a llegar desde Rosario con un hipotético 'sí' del zaguero Lequi para regresar a su club de origen, Central, donde Juan Antonio Pizzi recomponía la escuadra para volver a la Primera División. Lequi apareció de repente en todas las webs con el uniforme rosarino y el escudo del histórico equipo canalla. No era un truco de photoshop. El jugador estaba firmando su compromiso en Argentina y no respondía a las llamadas telefónicas de Pío XII, alertados ante la posibilidad de perder a una de sus piezas angulares. La información cruzó el Atlántico de inmediato en la tarde de un plácido sábado estival. La sorpresa se había fraguado y el club recibía un serio contratiempo en sus planes.

En la UD habían dado crédito a la afirmación del futbolista que, al volar a Buenos Aires, dijo que "solamente tengo una palabra". Había dejado en Gran Canaria enseres personales (los recogió más tarde, una vez la competición entró en curso, tras un viaje relámpago) y daba la impresión de que en julio pasado iba a estar presente en el Estadio Pablo Hernández para realizar la primera sesión preparatoria a las órdenes de Juan Manuel Rodríguez. Pero no fue así.

La ausencia de respuesta ahora de Mariano Barbosa a revisar contrato, después de ventilar un hipotético deseo de jugar en un club de Primera División, alertó a los servicios técnicos y al consejo de la UD Las Palmas. La emisora oficial de la entidad había adelantado días atrás que el arquero se había llevado todos sus objetos personales del vestuario al finalizar la temporada, indicio de que algo sospechoso ocurría mientras las negociaciones estaban abiertas y tenían un efecto acordeón: menos dinero, más tiempo. Pero Barbosa no respondió a los plazos. De nuevo se estaba confeccionando una plantilla para ponerla a disposición de Sergio Lobera, con un jugador que quizá no tenía propósito de seguir en la entidad. El 'episodio Lequi' obligó en 2011 a realizar a Las Palmas gestiones urgentes, con la gravedad de que Diego Herner -su relevo, sin experiencia en España- caería lesionado con fractura de tabique nasal en la pretemporada, además de la primera incidencia en la rodilla del otro central titular teórico, David García. A partir de ahí, todo salió cuesta arriba desde el inicio de la competición oficial.

Las Palmas esperó lo justo esta vez con Barbosa porque, en tiempos como los actuales, el club no tiene capacidad económica para maniobrar en el mercado si no lo hace con documentación y tiempo. Lobera mismo habló en su presentación sobre las gestiones para contratar a un portero. La cuerda se estiró hasta romperse en las ondas de Canarias Radio La Autonómica donde Miguel Ángel Ramírez vertió allí, con el jugador al otro lado del teléfono, los pensamientos de la entidad y provocó con ello una reacción en sentido opuesto a lo que parecían dictar los acontecimientos. El resultado está a la vista: Barbosa, de nuevo motivado o convencido, vuelve al club y con él se iniciarán las alineaciones de una nueva temporada.

Gana el club, gana Barbosa también. Los tiempos cambian, las formas de hacer las cosas se amoldan a las duras circunstancias actuales. La posesión del balón en las negociaciones, por lo que a la UD Las Palmas se refiere, ha cambiado el lado del campo. El fin -si es beneficio para el club- puede justificar los medios empleados.

PD:Lequi y Rosario Central perdieron este sábado el tren del ascenso a la máxima categoría argentina, tras caer 3-2 con el descendido Sportivo Desamparados. El ascenso directo es para River Plate y Quilmes. Central jugará promoción.

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