1.322 personas han renovado sus carnets para volver a utilizar la pileta cubierta de la Avenida Marítima
La reapertura de la piscina del Centro Insular de Deportes ha servido a una docena de pequeños para tener su ‘bautismo de agua', aunque alguno parecía querer reconocer el entorno en el que sus madres realizaban ejercicio cuando aún se encontraban embarazadas, e intentaban comenzar a ‘nadar' directamente. Este viernes, a punto de reabrir la piscina del CID a todos los usuarios, algunas de ellas han vuelto para que sus pequeños le pierdan el miedo al agua a través de juegos en los que toman parte sus madres; es el primer paso, necesario, para que aprendan a nadar.
La apertura de la piscina es un momento muy esperado por los usuarios de las instalaciones del Centro Insular. Cuando la misma se cerró contaba con 2.280 usuarios y en la actualidad, cuando está a punto de volver a estar en uso, ya son 1.322 las personas que ha renovado su inscripción para poder utilizarla. La realidad es que ya ha empezado a crearse una 'lista de espera' pendiente de que alguno de los antiguos usuarios ratifiquen si desean, o no, continuar acudiendo a esta instalación.
Para el consejero de Deportes grancanario, Lucas Bravo de Laguna, "a pesar de que estamos en periodo de verano, con gente de vacaciones y otros muchos que, al tener previsto salir en agosto, han decidido retrasar a septiembre el apuntarse para volver a acudir a esta piscina, el ritmo de renovación de inscripciones nos demuestra el alto nivel de demanda que tiene una instalación deportiva de estas características".
Esta instalación deportiva ha podido volver a ponerse en funcionamiento tras una inversión de cerca de 700.000 euros que ha permitido corregir importantes problemas estructurales que provocaron filtraciones que ponían en riesgo el conjunto del edificio y que suponían costosas pérdidas de agua.
"La piscina tiene una estructura atípica ya que se encuentra suspendida, no en suelo lo que dota de una complejidad añadida a las obras de mejora de la misma que se iniciaron con el saneamiento de la estructura para, inmediatamente, proceder al refuerzo estructural de la misma, la impermeabilización, atendiendo a los sistemas más modernos lo que le da una garantía de diez años, y, por último, al revestimiento de los muros que rodean la piscina y su fondo", según puso de manifiesto el consejero.