Veteranía, juventud, ... ilusión
15/07/2012

Por Higinio Medina

Mil novecientos noventa y dos fue un año decisivo para la existencia de la Unión Deportiva Las Palmas. Miles de aficionados hicieron un esfuerzo titánico en lo económico para que el legado amarillo no se perdiera y se pusiera el punto y final a la historia de un club que se había convertido por méritos propios en un símbolo de la identidad canaria. Historias de personas anónimas para evitar con su humilde aportación la desaparición conmovieron a todo un pueblo que creyó en el milagro, y con la intervención "in extremis" del Cabildo de Gran Canaria se puso fin a la incertidumbre y el equipo siguió adelante con luces y sombras, pero siempre con el apoyo, tanto de sus fieles seguidores como de aquellos que sin serlo sienten interés por lo nuestro.

No nos encontramos en una situación similar afortunadamente, pero próximo está el inicio de una nueva temporada y como siempre se abre la campaña de abonados para obtener unos recursos que permitan, además de la subsistencia, volver a soñar, a tener ilusiones... pero esta temporada se nos antoja muy especial, de ahí que recordáramos al inicio de este artículo el espíritu del 92 por distintas razones:

1ª) Mantener vivos los símbolos es tener un referente en nuestras vidas y la Unión Deportiva se convirtió en un símbolo cuando el Marino, el Arenas, el Gran Canaria, el Atlético y el Victoria deciden dejar sus intereses particulares para unirse y fundar al equipo grancanario.

2ª) Las gestas logradas por el equipo amarillo son aval suficiente para confiar en que se pueden volver a conseguir, de hecho es su esencia, y en la actualidad se trabaja para ello con nuevos valores de la cantera que día a día dan pasos que nos hacen confiar que se está en la buena dirección.

3ª) La estabilidad del Club, con unos gestores que saben lo que se traen entre manos, que conocen sus límites y son conscientes de sus posibilidades, aporta la tranquilidad necesaria para desarrollar proyectos que si no se han visto aún refrendados por el éxito, no menoscaban los cimientos del Club, sino que los están fortaleciendo creando una base más sólida si cabe.

4ª) El éxito de la Unión Deportiva Las Palmas, es el éxito de una isla. Con un valor económico incalculable. Nos explicamos con un dato para la reflexión: Analizar el crecimiento social y económico de Tenerife vs Gran Canaria durante la época en la que estuvo en primera mientras los amarillos deambularon en Segunda A y Segunda B (1988-1996). Estar en la máxima categoría del fútbol español es entre otros sinónimo de publicidad; es un aliciente que bien trabajado repercutiría positivamente en nuestra maltrecha economía.

5ª) Tenemos un entrenador joven, con hambre de triunfos. Un entrenador que asume un riesgo en su carrera que puede ser determinante para su futuro y al que todavía no le hemos oído decir que promete trabajo; expresión muy manida y socorrida que como el valor se presupone y que sobra decir ya que para eso se le contrata. Tenemos por tanto a un entrenador que no ha caído en el típico tópico y que en definitiva nos transmite buenas sensaciones al percibir que tiene las ideas muy claras.

6ª) Contamos con una plantilla que combina veteranía y juventud, y que por resultados recientes es objeto de seguimiento en el panorama futbolístico nacional. Gran escaparate para los jóvenes que deben aprovechar el momento para reivindicarse y no como suele pasar con bastante frecuencia convertirse en "eternas promesas".

Atrás queda una temporada que nos dejó un sabor agridulce y el aficionado dejó constancia de su enfado; pero es pasado. Ahora se parte de cero pero con un camino recorrido. Se conoce donde están los errores y sólo queda corregirlos. Sabemos que hay una crisis más próxima a un periodo de postguerra que a la de una sociedad avanzada. Sabemos que el día a día es un camino tortuoso que nos hace dudar sobre el mañana; pero también sabemos que sin unión, que sin lucha, que sin una apuesta decidida difícilmente se saldrá adelante. Eso requiere esfuerzo y saber aprovechar las oportunidades que se presentan y la Unión Deportiva Las Palmas es una oportunidad de progreso en la que hay que invertir, con los condicionantes que se quieran, pero tal y como está estructurada la sociedad el fútbol tiene un peso muy importante en ella.

El Deportivo bajó de categoría y la afición se volcó con su equipo y le llevó al ascenso hace menos de un año. Es un ejemplo más del poder que tiene la afición. Unas gradas llenas es una voz de ánimo al unísono que obliga al jugador a dar más de lo que tiene y si se consiguen resultados óptimos pues nos volveríamos a ver en primera; la historia se engrandecería, se generaría riqueza...

Creemos que vale la pena renovar el abono, conseguir nuevos abonados. El fútbol levanta pasiones y la Unión Deportiva hoy tiene historia, ha realizado grandes gestas, está bien administrada, puede generar riqueza, ha contratado a un entrenador joven, tiene jugadores de gran valía y una afición que siempre ha estado con el equipo en los momentos difíciles y desde luego ahora vivimos momentos difíciles; entonces ¿por qué no revivir el espíritu del 92?...

 

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