Resulta increíble y a la vez sorprendentemente evidente que nuestra Unión Deportiva resurja de sus propias cenizas, como el ave fénix, sin tiempo siquiera de oler a chamusco.

Se intuía que después de lo vivido la pasada campaña, y una vez lograda la permanencia, una cascada de acontecimientos, se precipitaría sobre el club. Los paños calientes, estaban dispuestos en forma de destitución, notas de prensa, fichajes ...... Bálsamos balompédicos, placebos para males más profundos y a mi entender incurables.

Con este modus operandus, sólo un milagro futbolístico puede sanar este club. Ansioso de recuperar prestigio, crédito, buen fútbol, dignidad...., no es capaz de encontrar los fundamentos para retomar la senda que le permita emerger de las profundidades abisales en las que se ha instalado, corriendo serio riesgo de asumirlas como su hábitat natural, si no se pone remedio.

Este club tiene una afición importante, con pocos estímulos responde como un acto reflejo apoyando y volcándose con el club, pero también es una afición que entiende de fútbol, que sabe, que ha visto, que ha disfrutado y que no puede tolerar espectáculos bochornosos, partidos infumables, actuaciones vergonzosas de un equipo que con todas sus limitaciones presupuestarias y todo lo que queramos añadir en su defensa, no puede hacerlo tan mal.

Este club, esta tierra en general, afortunadamente tiene una cantera increíble casi de generación espontánea, con poco mimo da frutos de buena calidad y a costes razonables, tiene la marca, ese trato de balón que les hace diferentes, atesoran lo mas costos y escaso del fútbol.

No podemos deambular por la Segunda División, con objetivo permanencia año si y otro también, al margen de concursal, de presupuestos de jugadores....... Este equipo tiene que dar otra talla, otra impronta sobre el campo.

Y hablando de talla, un buen sastre lo primero, un buen trabajo de corte y confección se me antoja imprescindible y prioritario para dar a este equipo hechuras de candidato al asalto de la Primera División (objetivo inevitable de un histórico). Hace muchos años que el banquillo amarillo no tiene un inquilino con el suficiente peso específico para lograr
aglutinar esfuerzos y rendimientos que saquen a este equipo de la mediocridad.

Mezclase todo esto, agitase bien y a finales de agosto sírvase bien frío a ver que sale.. (Más calimocho no por favor .....)