Macauley Chrisantus presenta un formato de ídolo exprés en la UD Las Palmas. Sólo tiene que culminar su trabajo con la fórmula tradicional de los delanteros -llevar el juguete esférico a las jaulas rivales- para terminar de conquistar los corazones de los aficionados grancanarios, necesitados de tener un referente goleador desde la marcha de su último 'killer' del área: Marcos Márquez, pichichi en 2007. El nigeriano, primer futbolista de su país que actúa en la entidad isleña, ha logrado en apenas tres semanas ir superando todas las barreras iniciales que podrían percibirse de un futbolista joven, desconectado parcialmente en la comunicación con sus compañeros y en su primera experiencia en la Liga.

Pero la 'Mákyna' del gol parece venir en camino. En apenas una semana empezará su trabajo en el escenario real, el de la Segunda División. Sin embargo en los partidos amistosos hasta ahora disputados ha despertado mucha expectación su concurso, en el que destaca la facilidad de remate con las dos piernas, su fútbol rápido y asociativo, el saber administrar la contundencia en el juego de espaldas a la portería, ... y aunque el verdadero Macauley todavía está por descubrir no da la impresión de que el juego aéreo sea precisamente una de sus virtudes, sino todo lo contrario.

En la comisión deportiva de la UD Las Palmas están muy satisfechos con su incorporación, especialmente porque las ganas que dijo tener el futbolista de "triunfar en la Liga" las está traduciendo en cada uno de sus entrenamientos. Actúa con ventaja Maky: orbitan en sus proximidades futbolistas de fácil entendimiento como Vitolo, Momo, Nauzet Alemán o Javi Guerrero -por nombrar únicamente a los que están más cerca de la titularidad en El Sardinero-, con los que ya se aprecia que interpretan el fútbol con el mismo lenguaje.

Chrisantus es una de las grades atracciones para el choque de esta tarde frente al CD Tenerife, que ha entrado en calor en las últimas horas con la movilización de los abonados de la UD Las Palmas. El gol será el siguiente invitado y sus botas está la llave de esa ilusión.