El decálogo de un octavo proyecto
17/08/2012

Posesión, velocidad, verticalidad, unión, sacrificio ... una idea futbolística con la que alimentar el objetivo de un ascenso. "Nada es posible si antes no lo soñamos" dice en público el técnico Sergio Lobera

Sistema de juego flexible. "Mi vocación como entrenador es ofensiva; creo más en una filosofía de juego que en un sistema". El joven entrenador de la UD Las Palmas ha mantenido un amplio periodo de pruebas donde no dejó entrever cuál es la decisión final o si el dibujo táctico en el campo de batalla es intocable. Aboga porque las circunstancias de los encuentros sean las que construyan la manera con la que sus jugadores afrontarán las adversidades de cada uno de los episodios del campeonato. La posición de inicio contempla el 1-4-1-4-1 que funciona con flexibilidad.

Obsesión por rebajar la cuenta de goles en contra. Desde el primer día en la isla, el entrenador aragonés observó la necesidad de rebajar la cuenta de tantos en contra que su nuevo equipo había acumulado en las temporadas precedentes (71 y 59 respectivamente). La modificación en la estructura defensiva de la UD Las Palmas no se realizará a base de cambio de piezas (sólo Murillo y Deivid son refuerzos para esta línea del equipo) sino a través de la predisposición colectiva para recuperar el balón tras pérdida.

Posesión = verticalidad y velocidad. Los criterios básicos del juego amarillo están basados en la posesión del balón y en el sentido vertical de sus acciones. Para ello también requerirá paciencia para encontrar las vías de entrada. Y, sobre todo, velocidad. Lobera ha insistido especialmente en este detalle cada vez que el equipo inicia una acción de ataque, donde marcará la diferencia el ritmo que se aplique en el penúltimo y último pase antes del remate.

Diferencia entre estar y aparecer. Los zagueros laterales gozan de un papel prioritario en la nueva idea futbolística. Se le exige velocidad y amplitud, al margen de una notable condición física. "No es lo mismo estar que aparecer", explica el entrenador a sus futbolistas para provocar en ellos la virtud de sorprender en posiciones no previstas por los equipos rivales. La exhibición de Jordi Alba (jugador que conoció en filiales del FC Barcelona) en la pasada Eurocopa es un modelo a imitar, aunque se realizará con el sello propio de los jugadores actuales del equipo grancanario.

Juego en largo alternativo. La previsión de lo que pueda suceder en cada escenario, con cada rival, está realizada. "Tenemos que saber cuándo utilizamos el juego en largo como alternativa" recalca a sus futbolistas Sergio Lobera. La Segunda División se caracteriza por el alto grado de combatividad para romper las conexiones adversarias; Las Palmas utilizará el pase en largo y juego directo como solución transitoria en las partidos, para obligar a adoptar una posición distinta al conjunto rival si éste logra contener la prioridad amarilla del juego combinativo.

Abanico de rematadores. El remate ha quedado como una de las asignaturas pendientes de la pretemporada, donde el equipo grancanario no expresó todo su teórico potencial frentes a los rivales a los que se midió. La llegada del ariete Chrisantus, aún por descubrir de pleno en la Liga española, es un referente nuevo pero el técnico reclama más participación en la finalización de las jugadores en jugadores de centro del campo (Momo, Vitolo y Nauzet), además de un mayor atrevimiento a futbolistas con más presencia en el área como puedan ser David González o cualquiera de los llegadores en segunda oleada.

Riendas sueltas al talento. No pone ataduras el nuevo entrenador de la UD a la originalidad de cada uno de sus jugadores. "Tenemos talento y eso hay que aprovecharlo; pero no puede separarse de los conceptos de competitividad y las exigencias en el trabajo individual dentro del grupo", apunta. La virtud individual no se asocia a la anarquía porque todo puede encajar dentro de una dinámica de grupo, en definitiva.

Suplentes, como titulares. Pedro Vega y su jugada en el amistoso ante el Tenerife, previo al gol de Sergio Suárez, ilustra la trascendencia de cada aportación al equipo "por insignificante que pueda parecer". Unos minutos de algo nuevo valen tanto como lo que hace el resto. "Que todos los jugadores se sientan partícipes y valorados es lo más difícil para el entrenador" reconoce el joven técnico, cuyo mensaje ha recibido como testigo de un relevo.

La cuerda tensa. "No me gusta que los jugadores sepan desde el miércoles o jueves quiénes juegan el siguiente partido", ha explicado Lobera. El preparador amarillo no concede valor a los entrenamientos a puerta cerrada ni a los partidillos. Libera a la plantilla de la idea de que realizarlos constituye un hecho fehaciente para otorgar el papel de titular a quien realice los ensayos. "Todos los futbolistas tienen que pensar que están disponibles y por ello conocerán el once de cada partido cinco minutos antes".

Creencia en los sueños. "Nada es posible si antes no lo soñamos y lo único que sabemos del futuro es que será distinto ...". Fue el 'tuit' de debut de Sergio Lobera en su cuenta personal este mismo viernes, en vísperas del inicio de la competición oficial. En él descubre la importancia que concede al aspecto psicológico de los actores. Es mejor un soldado convencido que un ejército confuso. El mensaje de Lobera y de su fiel asistente Sayabera ha logrado conmover a los jugadores durante la pretemporada, que comprobar que son palabras con raíces. "Si podemos imaginarlo, debemos intentarlo" apuntó Manu Sayabera a su llegada a Gran Canaria.

M.B.

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