Tras el brillante papel que habían realizado en el campeonato de España de Juveniles con la obtención del entorchado nacional, estaba claro que la Unión Deportiva Las Palmas tenía que ser la primera beneficiada de aquella generación de futbolistas canarios que iban a formar parte de la primera plantilla, aunque para eso tendrían que esforzarse al máximo para que el entrenador les diera la oportunidad de vestir de amarillo. Eran tiempos difíciles para los que salían. Tenían que superar los desplantes de los que no renunciaban a la titularidad, entrenándose aparte y sin apenas material. Pero la ilusión era tal, que ellos no renunciaban a ganarse la confianza del entrenador.

Así, de una tacada, Rosendo Hernández le dio la oportunidad a Germán, León y Rafael, con lo que se empezó a tomar cuerpo a una plantilla que tarde o temprano podía hacer realidad el retorno a la Primera División, como de hecho sucedió a la temporada siguiente con Vicente Dauder en el banquillo. Las incorporaciones se fueron sucediendo con los Paco (Castellano), Hernández, Correa, Trona, etc., etc., formando aquel irrepetible: Oregui; Aparicio, Tonono, Martín; Castellano, Guedes; León, Gilberto II, José Juan, Germán y Gilberto I. ¿Habrá una alineación más cantada que ésta?.

Al recordar el debut de tres hombres con Germán, León y Rafael, aunque la carrera deportiva de éste último fue más efímera, sobre todo porque el 'Capi' se resistía y cerró su progresión. Pero ahí está el detalle. De León es conocida su dilatada estancia en la entidad amarilla, aunque Germán le superó varias campañas más, exhibiendo esa calidad que poseía en sus botas, con una técnica exquisita. A pesar de los años transcurridos continúa manteniendo varios récords, y por lo que vemos en la actualidad, los conservara durante algunas temporadas más.