El equipo de Lobera recuperó la profundidad con Vitolo y Nauzet Alemán en los costados izquierdo y diestro respectivamente
M.B.
La semana posterior al 5-0 de Montilivi trajo cambios en la estructura de juego de la UD Las Palmas. El equipo que se enfrentó al Villarreal se pareció más al que puede convertirse en aspirante a algo en la dura competición de Segunda. Lobera reflexionó, trabajó bajo llave con sus jugadores durante toda la semana, y al margen de la disposición anímica se pudo presenciar algunas variaciones. Quizá éstas las más llamativas:
Existieron las bandas
Vitolo a la izquierda y Nauzet Alemán en la derecha. La misión de avanzar en velocidad por los respectivos carriles era exclusivamente suyos. No esperaron la ayuda de los laterales, porque el cometido de éstos fue más conservador, por la necesidad de arropar mejor los dominios de Mariano Barbosa. El equipo, además, conservó simetría en su ataque porque encontró puertas para el avance de sus estiletes. En la segunda parte salió Momo por Nauzet pero Las Palmas mantuvo las posiciones para jugar por los costados "a pierna cambiada". Sin embargo, ninguno de los dos goles amarillos se fabricaron por acciones desde estas posiciones sino como productos de robos: primero de Javi Guerrero y luego de Macauley Chrisantus.
Demoledor ariete Thievy
El galo Thievy se consolida como ariete de la UD Las Palmas, posición que esta vez asumió teniendo a pocos metros a Javi Guerrero, el 'trescuartista' que hacía de mensajero. El trabajo del internacional sub'21 francés fue más directo, corriendo a invadir los espacios libres detrás de los defensores del Villarreal. Su movilidad y poderío físico fue un verdadero problema para zagueros y ayudas visitantes, incontrolado ya en las jugadas de los dos goles donde atina a estar atento a un rebote del portero y a ganar la espalda a su par cuando Chrisantus le entregó un balón en óptima situación para el remate. Por momentos, Las Palmas llegó a posicionarse con un tímido doble ariete, aunque Guerrero (antes) y Chrisantus (después) mantuvieron una posición algo más atrasada.
Zagueros laterales más conservadores
Tanto Pignol como Enrique Corrales, en la derecha e izquierda respectivamente, tuvieron una actitud más conservadora que en citas precedentes. La línea de presión de los zagueros laterales se retrasó muchos metros, para quedar casi a la par que los centrales Murillo y David García. El grado de seguridad del conjunto de Sergio Lobera se elevó sensiblemente ante uno de los más peligrosos conjuntos de la categoría. La prioridad de estos defensas cambió, pero se les vio salir con decisión en algunas jugadas de la segunda parte, cuando Las Palmas parecía poseída por una fuerza sobrenatural en pos de la remontada.