M.B.

En la jornada sexta se produjo la primera titularidad de Javi Guerrero durante la vigente temporada. Profesional, silencioso, laborioso, ... No había ocurrido antes de amarillo que, cuestiones deportivas, estuviera en el banquillo viendo llegar el otoño para sentirse de nuevo en el once de la UD Las Palmas. Su primera presencia titular en la era Lobera fue explosiva, como ya había sido el ebut en el campeonato actual cuando envió a las redes del Elche el primer balón que tocaba.

Guerrero es el descubrimiento de la jornada. Incrustado entre la delantera y el centro del campo; un falso segunda punta y un activo fabricante de ataque. O ambas cosas. No tuvo problemas para asimilar una posición y una labor que conoce bien. Fue él quien metió a Las Palmas en el partido, con sus pases al espacio libre para la carrera de Thievy o con la vista echada hacia las bandas donde encarrillaban Vitolo y Nauzet. El primer disparo también fue suyo, al poste. Lo desvía levemente Juan Carlos. Y el uno a uno lo fraguó también él, adivinando con anticipación el error del portero Juan Carlos. que le puso en las botas un regalo. Javi no tiene la rapidez de antaño pero si la picardía en estado maduro. Su segundo lanzamiento, rechazado por el portero, acabó como asistencia para Thievy.

Cuando Sergio Lobera decidió su relevo tras un amplio desgaste, la grada del Estadio de Gran Canaria mostró que de fútbol sabe un rato. Fue una ovación con emociones. No se premiaba sólo a lo que había aportado en el terreno de juego, al pase o al casi gol. Se hacía justicia porque los que pasan por taquilla entienden que esa camiseta se defiende como lo hace el madrileño. ¡Qué bien aprovechados esos 36 años cuando los cumpla el 22 de octubre!. Gracias, profesor Guerrero.

La satisfacción de Guerrero, tras el gol del 1-1 que él fabricó y selló el galó Thievy (C. Torres)