M.B.

Los brotes verdes que ofreció la UD Las Palmas en su encuentro del sábado frente al Villarreal requieren todavía un análisis mayor por parte del cuerpo técnico porque hay detalles estadísticos que no dejamos de pasar por alto. Y llama de forma poderosa la atención que el equipo amarillo ha cometido importantes errores en los primeros minutos de las cuatro últimas jornadas, facturando a alto precio estos deslices. En esa fase de veinte primeros minutos encajó cuatro goles y cometió dos penalties, que pudieron finalmente condicionar la trayectoria de los respectivos partidos.

Todo empezó en Elche cuando Xumetra realiza un sprint desde la banda derecha hasta el corazón del área para certificar el 1-0 a los 9 minutos. Jugada similar se observó este pasado sábado, con Trigueros introduciéndose entre cuatro amarillos para ser frenado con penalti por David García, apenas a los cuatro minutos de juego.

Entre ambas acciones hay que considerar el penalti a los 28 segundos cometido por Momo y malogrado por Sergio Mora, del Alcorcón. Sin embargo, instantes después Oriol Riera adelantó a los alfareros a los 10 minutos, iniciando el triunfo en el Gran Canaria. La última jugada madrugadora es del Girona, a los 19 minutos, con un pase profundo que Tébar certificó para el comienzo del 5-0.

Esa falta de tensión ha de ocupar y preocupar a Sergio Lobera, porque sea por las razones que sean, los catorce goles encajados por su equipo es una señal de alarma encendida y de potente luminosidad. Apagarla toca.