Se incorpora a un proyecto formativo cuyo objetivo final es la confección del equipo anfitrión del Mundial 2022, que se disputa en aquel país islámico
M.B.
Fue entrenador de la cadena filial de la UD Las Palmas hasta la pasada temporada, en categoría de cadetes "con el título de Canarias logrado" y hasta hace unas fechas ha estado vinculado al Deportivo Alavés, Glorioso de Vitoria. Pero Miguel Ángel Ramírez Medina (Las Palmas de Gran Canaria, 23 de octubre de 1984) está mentalmente ya rumbo a Qatar. Tramita los últimos documentos para viajar 6.600 kilómetros hacia el Este, porque en Doha tiene una misión profesional cuyo desembarco es la Copa del Mundo de 2022, organizada por el país islámico. Ramírez es un hijo de la globalización.
Detrás de todo ello se encuentra otro español, el ex portero del Salamanca Roberto Olabe, que dirige la sección de fútbol de Aspire Academy. Ramírez explica el vínculo de esta institución con la Federación Qatarí. "Esta academia tiene una estructura impresionante y asume un proyecto a largo plazo con vistas al Mundial 2022. El objetivo final es generar una estructura de futbolistas seleccionados, una élite que sea la que represente a Qatar como país anfitrión en aquel torneo. Olabe coordina a muchos técnicos, que en algunos casos son españoles, británicos en mayoría o de diversas nacionalidades. Cada uno aportará sus conocimientos en distintas parcelas y divisiones".
El cometido del entrenador grancanario está dirigido a jugadores en edades comprendidas de 8 a 12 años. "Lo que allí denominan feeders; benjamines y juveniles, en suma. Mi función es la formativa y también la captación de jóvenes talentos. Tenemos grandes ayudas porque las instalaciones son impresionantes, magníficas, no sólo de césped sintético sino las instalaciones de hierba natural. A partir de los 13 años los futbolistas pueden hacer vida interna en la academia".
Aspire está interrelacionada con la Federación Qatarí, de hecho el Estadio Nacional del Kalhifa está a pocos metros de las propias instalaciones académicas. "El nivel de la Primera División del país es aún bajo, pero lo que se refiere a la selección de futbolistas se está logrando paso a paso la confección de equipos competitivos, que han podido comprobar incluso algunos clubes europeos a los que se han enfrentado. Como digo, los frutos de este trabajo se programan a larga distancia".
Como le ocurre a Paquito Ortiz, ahora miembro del cuerpo técnico de la Federación saudí, a Miguel Ángel Ramírez le supone una doble sensación el "dejar atrás a la familia porque la distancia impone. Pero, tal como está el fútbol actual, es para nosotros una gran ocasión profesional y económica. Voy con un contrato indefinido y con muchas ideas que desarrollar. La ilusión me la llevo a tope para ayudar a un país cuyo fútbol es emergente. Comunicarme hoy con la familia no es un problema".
Miguel Ángel Ramírez ha tenido tránsito en el cadete del Claret, luego pasó por la UD Las Palmas antes de viajar a Atenas y trabajar con Manolo Jiménez en la estructura de filiales del AEK. La crisis económica helena le hizo cambiar de club hacia el Panathinaikos. A su vuelta a la isla colaboró como segundo de Mingo Oramas en el equipo de División de Honor juvenil de la UD Las Palmas y dirigió con éxito al equipo cadete. "En el Alavés, además, estaba realizando informes para el primer equipo", añade.
La idea de ir a Oriente Medio surgió hace más de un año: "En marzo de 2011 ya visité las instalaciones y la academia ante la posibilidad de irme. Ahora es posible. 2022 está lejos y mi trabajo empezará tan pronto como se resuelvan los trámites burocráticos finales".
Por las manos de Miguel Ángel Ramírez, en distintos escalones competicionales, han pasado en filiales de la UD Las Palmas jugadores como José Artiles, Tyronne, Cristian Herrera, Ale Rivero, Verde, Martín, Asdrúbal, Omar Fleitas, ... y los que quedan por llegar.