Cuatro años y seis meses (1583 días) después volverá Roberto Guerra a lucir de manera oficial la camiseta del Gran Canaria en la Liga ACB. El próximo 30 de septiembre, cuando el Herbalife se mida al Bilbao en la primera jornada de la Liga Endesa 2012/13, el escolta grancanario tendrá la oportunidad de sentarse en el banquillo del que se despidió oficialmente el 30 de abril de 2008. El club insular acaba de darle la oportunidad de disfrutar de este excelente momento a su sexto máximo anotador en la categoría de oro española. Ambos han firmado un contrato temporada de 15 días para reforzar el juego exterior, al menos en los dos próximos compromisos.

El 9 de mayo de 2008, Roberto Guerra jugó su último partido de amarillo en la competición oficial. Fue ante el Menorca y aportó dos puntos para el triunfo del Gran Canaria en Baleares por 103-105. Antes, el 30 de abril había jugado su último encuentro en el Centro Insular de Deportes ante el Real Madrid (79-98) con escasa presencia en el juego. Fue el epílogo de una campaña en la que el canterano rompió enlaces con el entonces máximo responsable del banquillo del Granca, Salva Maldonado; y que le costó, entre otras cosas, ver rota su racha de 105 encuentro consecutivos en el conjunto insular; y dos jornadas sin poder saltar a la cancha "por decisión técnica".

Pero Roberto Guerra tendrá ahora una oportunidad de resarcirse de esa salida por la puerta de atrás del conjunto amarillo. El sexto máximo anotador (1.604 puntos), tercero con más partidos jugados (236) y cuarto con más minutos (4.967) de la historia Gran Canaria en la ACB, llega como refuerzo extra de manera momentánea a un conjunto que ha tenido muchos problemas de lesiones en la temporada; y que precisa cubrir la baja de Eulis Báez.

Al menos durante 15 días, el baloncesto le tiende la mano nuevamente a Roberto Guerra a sus 29 años. Tras su salida del Gran Canaria no contó con demasiada fortuna en sus siguientes plazas ACB, Zaragoza y Granada, conjunto este con el que disputó la Liga LEB la temporada pasada. Aquí no pudo terminar su contrato, por los problemas económicos del club andaluz; y acabó el curso en el Palencia.