B.P.

La reconciliación con el triunfo llega en la semana previa al derbi oficial con el CB Canarias; los amistosos del verano, que tuvieron sabor grancanario, son historia y no cuentan. No ocultaba en vísperas al encuentro Pedro Martínez su preocupación personal por la abundancia de contratiempos, que no cesan en el Herbalife. Pero la garra de este equipo es la que le resuelve todos sus entuertos. El partido contra el CAI Zaragoza vale como ilustración. A los esperados problemas en el juego interior se añadieron la falta de puntería desde el perímetro. Un serial de errores en el triple de Nelson, Newley, Scheyer e, incluso, Eulis Báez atenazaron el ataque local propiciando las primeras diferencias para el conjunto maño, que llegó de disfrutar de once puntos de renta (19-30).

Pero el camino correcto pasa por la agresividad defensiva. Y el Gran Canaria anuló a su adversario en la segunda parte con un parcial de 44-26, incontestable. Robos, contragolpes, rebotes, ... el equipo de Pedro Martínez recuperó el tono en el partido porque ha de llegar en las mejores condiciones anímicas y de juego posible ante el rival regional. No obstante, el marcador no refleja con rotundidad el cúmulo de aspectos positivos que destiló el juego grancanario, que vuelve a disfrutar de un superávit en la tabla clasificatoria.