M. B.

Afirman Roberto Guerra y Oscar Alvarado, integrantes oficiales de la plantilla profesional del Herbalife Gran Canaria, que tienen hormigas en el estómago ante la proximidad del encuentro de rivalidad canaria que decora la próxima jornada de la Liga ACB Endesa. Aunque, como el resto de los jugadores del equipo, pronostican que lo que se vivió en la pretemporada en ambos pabellones no tiene relación con lo que se desarrollará en el Santiago Martín, escaparate del primer asalto del derbi.

Alvarado lo califica como "partido especial, diferente y que queremos jugar todos los miembros de la plantilla. Se nota también una semana distinta, donde mucha gente alrededor del equipo ya está viviendo el partido". El base isleño observa que "ese pique sano entre Gran Canaria-Tenerife te lo recuerdan en cada minuto de la semana. Pero nos adentramos en un encuentro diferente al que se jugó en pretemporada, que es la referencia que poseen muchos de nuestros aficionados. Ellos (los jugadores del Canarias) estarán motivados con mayor intensidad con respecto a sus compromisos con otros equipos; nosotros nos obligamos a estar también a esa altura".

EL CUCHILLO, ENTRE LOS DIENTES

El 'tiburón' Roberto Guerra, por su parte, rememora su derbi contra Tenerife en época pasada y "aunque era otro club, para un jugador de la tierra este tipo de partidos supone una experiencia única, que hay que vivir. Destaco lo que ya experimentamos en la pretemporada: entre las dos plantillas existe mucho respeto, con una sana rivalidad. No hemos hablado mucho en nuestro vestuario del partido, porque cada uno quiere centrarse en su propio trabajo. Nosotros tenemos que convertirnos en un conjunto sólido, que sabe ganar dentro y fuera de casa". Esa es la obsesión que preside la preparación del partido, en opinión del veterano jugador.

A Guerra le crea una incógnita que el Canarias no se hubiese estrenado aún como equipo ganador en la actual competición de Liga: "No sé qué pensar; esto es un arma de doble filo. Seguramente estarán con el cuchillo entre los dientes para lograrla ante nosotros. Tienen una plantilla competitiva, conjuntada, pero sólo le falta abrir la lata. Y nosotros trataremos que eso no ocurra este fin de semana, sino el siguiente. Sabemos que el pabellón se llenará, que el público apretará, pero el Gran Canaria irá a lo suyo".

"La pretemporada está para rotar jugadores y hacer pruebas. Lo que cuenta, sin embargo, es la competición ofiical. El resultado de los partidos del verano (Copa Toyota) no tienen valor de orientación", precisa Roberto Guerra.

A la derecha, dos de los jugadores grancanarios del filial que orbitan en el primer equipo: Samuel Domínguez y Añaterve Cruz . El primero podría mantener su concurso en la Liga ACB ante la ausencias de los hombres altos. (C. Torres)

"OJALA SEA MI CONTRATO DEFINITIVO"

Además de todos los condicionantes deportivos del derbi, Roberto Guerra vive una situación personal que quizá también viene marcada por el cambio de rumbo de la sociedad y economía actual. Ha firmado por tercera vez, en vísperas al choque con el Canarias, su contrato quincenal con el Herbalife que "ojalá se convierta en el definitivo porque lo que me gustaría es hacerlo hasta el final de temporada. Por el momento, esto es lo que hay. Seguiré peleando para tener más minutos; me voy encontrando físicamente cada vez mejor. Es una decisión del entrenador y mi aportación es seguir mejorando" para convencerle.

Oscar Alvarado, por su parte, reconoce que "me está tocando vivir una etapa difícil en el primer equipo pero lo hago con satisfacción porque estoy ante una buena oportunidad". Su respuesta está relacionada con la aportación que realiza Scheyer en la posición de base, añadiendo competencia a la ya esperada con Tomás Bellas. "Estoy en la senda del trabajo y tendré mis frutos. Tengo que seguir igual, sería un error bajar los brazos y agachar la cabeza. Mi ilusión es aprender de todo tipo de situaciones, como es esta. Aquí estamos con la misión de ayudar a ganar al equipo, que es lo que al final cuenta".