M.B.

El extraordinario gol de Vitolo Machín en El Molinón no está al alcance de cualquiera. 11 segundos y 118 milésimas tardó el ala de la UD Las Palmas en recoger el balón a unos setenta metros de la portería rival y llevarlo bajo su sombra, pegado a la bota (salvo una pared con Javi Guerrero) a toda velocidad, de un lado a otro del campo. En el camino, Vitolo dejó atrás tres jugadores rivales (en el caso del grancanario Mandi, en dos ocasiones) y superó al portero tras observar su posición y rematar con la pierna izquierda.

La exhibición física y los gestos técnicos del jugador grancanario hace recordar otros goles históricos en el concierto internacional, donde la velocidad en la ejecución de la jugada y los cambios de ritmo marcan el fino hilo que separa la cosecha del éxito o de la frustración.

Vitolo recibió un balón en el costado izquierdo de la zona defensiva canaria y, para salir de un dos contra uno, optó por combinar con Javi Guerrero. El madrileño, que conoce bien a su compañero, lanzó el contragolpe desde campo propio. Todos los jugadores cercanos del Sporting corrieron tras Vitolo salvo Gregory, que venía de frente y dispuesto a abortar la jugada. Pero Vitolo evitó su entrada y aunque orientó el balón hacia el exterior, pudo rehacer su trayectoria con celeridad y coordinación. Mandi no llegó a tiempo y sólo le quedó aplaudir a su paisano amarillo (de negro) que cruzó el cuero hacia el fondo del portal asturiano.

Un tanto para volver a recordarlo en cada visita futura al viejo Molinón.

Nota de Redacción.

El celebérrimo gol de Diego Maradona en el Mundial de México 86, a Inglaterra, fue narrado por el narrador Víctor Hugo Morales, que no pudo seguir la jugada salvo cantando el 'ta-ta-ta' de la acción. El Pelusa arrancó desde una posición más cercana que Vitolo al centro del campo, dejó atrás a cinco jugadores británicos y selló su veloz jugada en 10 segundos 429 milésimas.