M.B.

Sucedió tras una decisión en la brega entre el adargomista Joan Lajo y el puntal A del Almogarén, Juan Espino Trota. La primera entrega de la agarrada había caído del lado visitante con decisión ajustada que el colegiado Héctor León resolvió con su cercana apreciación. La luchada ya venía lanzada desde el graderío cuando, de repente, un aficionado procedente de la grada local irrumpió en la arena corriendo hasta el centro. Allí fue frenado por Joan Lajo mientras protestaba al árbitro, sin duda recriminándole la decisión a favor del Trota.

Varios luchadores de ambos equipos debieron intervenir para frenar un incidente que rozó el caos. Todo ello ocurrió justo unos minutos antes de la llegada de la fuerza pública; primero una pareja de la policía local y, a la vista de los acontecimientos, llegaron refuerzos que a petición del propio Héctor León permanecieron acompañando hasta que el colegiado abandonó la instalación del Paseo de San José.

Para entonces el ambiente se había calmado con la desaparición incluso del aficionado exaltado. La luchada se decantó para el Almogarén por el resultado 9-12 y el final de la misma, en un ambiente de compañerismo entre ambos conjuntos, no se descubría los acontecimientos que precedieron al momento delicado de la noche. Héctor León recogió en el acta esa invasión "de un aficionado del Adargoma", para poder continuar la luchada posteriormente hasta su conclusión.

Instantes tensos: los luchadores logran sacar del terrero al aficionado invasor (C. Torres)