M. B.

Raúl Lizoain era la persona más felicitada por el paisanaje futbolístico que este domingo acudía al Estadio Anexo. El portero confesaba, tras la que ha sido su actuación más completa como jugador profesional de la UD Las Palmas, que "me siento diferente" esta temporada. "Tengo más partidos disputados; eso se nota. No estoy al ciento por ciento porque apenas hace dos semanas recibí el alta de la lesión, pero este ha podido ser mi más completo encuentro con el primer equipo. Me lo tomo como un punto y seguido", indica sereno, sin dejarse abrumar en un día en que no cesaron los mensajes de enhorabuena.

El guantazo del arquero grancanario a disparo de Juanmi decoró una labor en la que además transmitió seguridad en su ubicación de responsabilidad máxima en el terreno de juego. El Raúl de 2013 es parte de un proceso de maduración que ya no deja en el paladar el sabor a mosto; va tomando cuerpo. "Es curioso; me sentí a gusto en los momentos finales, cuando salí a despejar de puños aquellos centros del Racing. No fue el partido más sereno, pero sí donde me he notado mejor", puntualizaba con gesto de satisfacción, consciente sin duda de su crecimiento.

Él lo nota y se aprecia también en el entorno del equipo. Su labor ante el Racing ha reforzado el argumentario esgrimido en los despachos de Pío XII en el que se descartaba la posibilidad de realizar refuerzos para la portería, tanto la pasada temporada como en la vigente. Raúl era el tercero en discordia cuando se afianzaba en la titularidad Mariano Barbosa (2010-11) y Ángel Pindado firmaba las últimas hojas de su eficiente hoja de servicio. Emergía con él el primero de los productos de filiales, que siguen la estela del argentino en espera de que lleguen las ocasiones.

"Los porteros son los que más se la juegan en un campo de fútbol, al ser los últimos defensores. Es verdad que la cantera de la UD Las Palmas ha habido menos confianza con nosotros en los últimos años, aunque ahora mismo me acuerdo de casos que llegaron arriba como Orlando Quintana y Nauzet Pérez. Pero en la base se está trabajando bien y la confianza que ha depositado el club resulta fundamental. Vienen más compañeros como Alejandro, Alex Guanche, Dani, David el del juvenil, ... Ojalá algún día todos seamos de cantera", expresa. "Con ello no pretendo desmerecer a profesionales que dan ejemplo como Mariano; al contrario".

Lizoain va por delante en esta peculiar carrera hacia la titularidad. El club está fabricando a sus propios productos con verdadero interés. La madera de Lizoain parece distinta, con mucha base razonable para acabar triunfando. Es atrevido a la vez que prudente; esos tiempos los domina porque además asume cada paso en su carrera con la calma del que está bien asesorado. La primera aparición de Raúl en el banquillo se remonta a la época de Paco Jémez, en la undécima jornada, contra el Elche. Esa campaña tuvo tres presencias suplentes y la acabó con el filial y una frustración, al ser apeados en la liguilla de ascenso a Segunda B por el Sestao River.

El segundo peldaño de su crecimiento deportivo se produjo con Juan Manuel Rodríguez la pasada temporada. La alternativa como debutante le llegaría en Huesca, donde a la media hora resultó expulsado Barbosa tras una acción de riesgo en el área. El primer balón lo recogió desde el fondo de su portería, tras anotar el penalti Camacho. Cuando la temporada avanzó lo suficiente y hubo posibilidad, Rodríguez le entregó el testigo para que en las últimas jornadas hiciera camino al andar como teórico 'uno' del once amarillo.

Aquellos minutos en acción real no cayeron en el vacío y le han servido ahora para demostrar que se hace un hueco en el oficio. "Con este equipo todo es más fácil. Se están juntando muchas cosas y todo sale", destaca. La lesión de pretemporada precisamente antes de jugar contra el Racing, ya es parte del pasado; la ilusión de la segunda vuelta es reflejo del presente donde él también cobra protagonismo.