Atasco a las doce
28/01/2013

Por Juan Pedro Borrego

Ni tan bueno antes ni tan malos ahora. El baño de frases tópicas para dibujar la actual situación del Gran Canaria puede ser lo generoso que se quiera. Lo único cierto en estos momentos es que los amarillos han encadenado sus primeras tres derrotas consecutivas de la temporada y que por el momento, aunque sólo van dos partidos de la segunda vuelta, aún no tienen las dos victorias de la temporada sobre ningún rival. Ganaron a Bilbao y Manresa en la primera ronda, y cayeron con ellos dos en la segunda. El mes de enero se salda con un triunfo, que da el pase a la Copa; y con tres derrotas, todas ellas dolorosas. Contrastes de sabores que se encadenan en el atasco amarillo en las doce victorias.

Ningún equipo que se precie puede sobrevivir en la Liga ACB, Liga Endesa para ser más exactos, a base de una única cualidad. Los buenos equipos suelen tener buenos ataques y defensas, o regular una cosa y excelente la otra. En esto, el Gran Canaria ha olvidado sus orígenes como equipo en la presente temporada. Los amarillos, en las últimas cuatro jornadas llevan un promedio anotador que no supera los 64,75 puntos por partido, mientras que han encajado una media de 77,25.

Esta situación se dejó sentir en el partido disputado con el Manresa este pasado domingo. La indolencia defensiva y la falta de intensidad en el juego de los isleños les ha dejado en una posición de duda notable. Con el equipo al completo ahora, el Granca se ha olvidado de la importancia de proteger su canasta y permite situaciones generosas que sus rivales no desaprovechan para encestar. La falta de agresividad en este aspecto se refleja en que siempre comete menos faltas que su rival, algo incomprensible cuando se supone que la rotación está asegurada con todos los efectivos sin problemas físicos.

Puede ser este un atasco lógico, pero en realidad, algo preocupante por la proximidad de la celebración de la Copa del Rey. Con menos hombres en el juego interior, el Granca sacaba más rendimiento en los primeros compases de la temporada. En esta situación de ahora todo parece que se ha venido a abajo de la noche a la mañana. Las derrotas siempre siembran dudas; dudas que sólo se saldan con una medicina complicada de fabricar, la victoria.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar