Pedro Luis rememora la efemérides de su estreno con la UD Las Palmas en el partido que también supuso la última actuación amarilla en el infierno de Atocha
Manuel Borrego
A la misma hora que este pasado domingo el Santa Brígida rendía homenaje a Gonzalo Medina como presidente satauteño que dirigió a la UD Las Palmas (1989-91), veintinco años atrás otro hijo de la villa vivía los instantes previos a su debut como primer jugador de su localidad que defendía la elástica amarilla y el escudo del fútbol unificado de Gran Canaria. Pedro Luis Cárdenes (14 de agosto de 1967) se estrenaba con el representativo en un campo señalado, en un partido de los de antes: Estadio de Atocha; en un Real Sociedad, 3-Las Palmas, 2, el 10 de febrero de 1988.
Esos 25 años han viajado en el tiempo con varios detalles importantes porque aquel partido fue el último disputado por la UD Las Palmas en el vetusto campo de Atocha, en un choque intenso ante el equipo de Toshack que esa misma temporada fue segundo clasificado tras el Real Madrid. "No pasó nada especial durante los días previos que me hiciera sospechar en el debut", comenta Pedro Luis a Tinta Amarilla. "Estuve convocado en los dos partidos anteriores; uno de ellos en el Nou Camp, frente al Barcelona. Y esperaba que llegara el día. Roque Olsen me dio las instrucciones precisas. Recuerdo que me tocó vigilar a José María Baquero. Al salir al campo le miré de arriba a abajo. Tenía una musculatura en el tren inferior impresionante. Al verle comprendí el duro trabajo que me esperaba".
Los datos de este efemérides son éstos:
Por la Real Sociedadactuaron Arconada, Santi Baquero (Mujica), Górriz, Larrañaga, Gajate, Uría (Urbieta), López Recarte, José María Baquero, Zamora, Beguiristain y Loren. Entrenador era John Benjamin Toshack.
Por Las Palmas lo hicieron Echeverría, Pepote, Mayé, Sergio, Javier Campos, Pedro Luis, Félix Marrero, Alexis Trujillo, Dajka, Luis Saavedra (Yoyo, luego Verona) y Koke Contreras. Entrenador, Roque Olsen Fontana.
Los goles fueron obras de Dajka (0-1), Mujica (1-1), Górriz (2-1), José María Baquero (3-1) y Alexis Trujillo (3-2). Manuel Díaz Vega, de Asturias, fue el colegiado.
La tranquilidad de Pedro Luis Cárdenes, en Santa Brígida (Manu Borrego)
"Los donostiarras volaban sobre el barrizal"
De aquel partido de hace un cuarto de siglo Pedro Luis guarda en su memoria "el frío enorme que había en el campo. No estábamos acostumbrados a jugar con tanta agua; había barro hasta las narices. Recuerdo que elegí los tacos mayores de aluminio en toda la bota y, aún así, era complicado mantenerse de pie. Sin embargo ellos volaban sobre el barrizal, estaban acostumbrados. Fue un partido muy vibrante. El Estadio", comenta el que fuera defensa, "tenía mucho nombre y poco glamour. Por dentro era muy viejo y estaba poco cuidado. De eso me acuerdo perfectamente".
La Real Sociedad está marcada en el camino profesional de Pedro Luis porque "también fui el primer jugador canario que actuó en el nuevo Estadio de Anoeta. Lo hice con el Lleida", en alusión al partido del 7 de noviembre de 1993 (1-3 a favor ilerdense). "Después de salir de Las Palmas tuve la suerte de fichar por el equipo catalán, que jugaba en Primera División por segunda vez". Esa migración de Pedro Luis se produjo tras 179 partidos de oficiales de amarillo, siendo uno de los pocos jugadores que han militado con la UD en las tres primeras categorías del fútbol nacional.
SUS MEMORIAS
Pedro Luis saca pecho cuando revive que "mi debut en Tercera, con el Santa Brígida, se produjo a los catorce años de edad. Era entrenador Antonio Collar. Cuando me llamaron para firmar contrato con el primer equipo de la Unión Deportiva le pedí a mi presidente, Gonzalo Medina, que me acompañara para que me asesorase. Apenas me preocupé de los detalles del contrato porque ya jugar en Las Palmas se había convertido en mi mejor momento profesional. De hecho, aún hoy, ese es mi mejor recuerdo como futbolista. Medina me acompañó y siempre sentí su calor, especialmente cuando estuvo en la presidencia".
Santa Brígida apenas ha proporcionado jugadores a la élite del balompié nacional. "Y eso que en mi época de formación teníamos en la villa un total de nueve equipos infantiles, tres juveniles, un regional y el de Tercera División. Sin embargo, pese a ese gran ambiente de fútbol que siempre hubo, no se proyectaban jugadores hacia el primer equipo de Las Palmas".
Los servicios de Pedro Luis Cárdenes en la UD Las Palmas se prolongaron hasta 1993, con dos descensos en el camino pero "muy buenos recuerdos en general". Considera su mejor actuación una frente al Zaragoza en La Romareda. "En el As, a nivel nacional, me pusieron la máxima nota. Aquel día me salió todo redondo. Ganamos (1-3, en 1987-88)". Y confiesa que disfrutó en la temporada 1992-93, la primera en Segunda B, porque "con Álvaro Pérez hicimos un fútbol excelente. Tuve mucha presencia en el área rival y me codeaba con Toni Robaina como máximo goleador del equipo. ¿Mi mejor gol?. Un cabezazo ese año desde el borde del área, que se fue a la escuadra. Esa temporada la guardo con gratitud a pesar de que no logramos el ascenso".
JULIO DURÁN, PARA TODO
Señala a Koke Contreras como "el mejor futbolista con el que compartí vestuario. El chileno era un espectáculo todos los días. Su golpeo de balón era perfecto. Pero es que también de cabeza era un rematador fenomenal. Tenía un remate de espaldas con la testa que siempre sorprendía a los defensas rivales".
Julio Durán fue el defensa central con el que mejor se acopló, en opinión del propio Pedro Luis: "Comprendí con él mejor el fútbol, para lo bueno y para lo malo. Porque un defensa tiene un cincuenta por ciento de cada una de estas facetas. Él venía del Atlético de Madrid y tenía muy oficio a sus espaldas. Otro jugador que enseñaba al resto sólo con un par de consejos era Gerardo Miranda; también fue un placer estar a su lado".
Y encumbra como técnico a Paquito García Gómez (1989-90) porque "supo dirigirse a los jugadores como nadie lo había hecho. Su trato impactó a toda la plantilla, que se sintió muy unida a él en un año que acariciamos el ascenso. Paquito tenía un 15 de nota como persona y un 18 como entrenador"
Maraver y los ojos morados
De sus episodios profesionales, Pedro Luis no olvida un encuentro en el Estadio Insular frente al Recreativo de Huelva en la que era su última temporada en la UD Las Palmas. "El Huelva tenía fama de ser un equipo muy duro en aquella época", indica. "En una jugada en el área, durante el primer tiempo, Maraver me dio un codazo y me hizo una brecha. El Capi (Ernesto Aparicio) tuvo que atenderme durante algunos y ponerme puntos de sutura para poder seguir jugando. Yo estaba muy enfadado. A medida que avanzaba el partido", prosigue, "se me iba hinchando el ojo. En el campo Maraver seguía diciéndome cosas. "Quillo, tengo la vida resuelta; siete pisos alquilados. A mí me da todo igual", le comentaba.
Pedro Luis (a la derecha muestra las secuelas de uno de los golpes de Maraver) recuerda que hubo diálogos en el campo y que trataban de tranquilizarle. Pero aquello "me costó caro porque en una jugada en el segundo tiempo, casi terminando el partido, tuve una ocasión de marcar pero no pude precisar bien el remate de cabeza. Apenas tenía visión en el ojo, que ya estaba cerrado, y perdí la oportunidad". Pero ahí no acabó todo: "En otro corner, Maraver me dio otro golpe en el ojo derecho y acabé con ambos hinchados". Años después coincidió con Juan Luna Eslava como miembros de la defensa del Córdoba. "Al recordar estas cosas nos reíamos, ... pero maldita gracia que tuvo la acción de Maraver".
Por cierto, el defensa agresor del Recreativo no recibió amonestación alguna en aquel célebre partido de Segunda B.
Una alineación de la UD Las Palmas de la temporada 1988-89, en el Miniestadio azulgrana. De pie: Julio Durán, Julen Lopetegui, Pedro Luis, Gerardo Miranda, Lazlo Dajka y Paco Güerri. Debajo: Alexis Trujillo, Daniel Vidal, Yoyo, Koke Contreras y Onofre (Archivo de Norberto Rodríguez)