El valor de un himno
17/02/2013

Por Higinio Medina

Una de las características principales de la sociedad actual es la creciente pérdida de valores y el desapego a símbolos que antaño fueron la base que afianzó la evolución hacia lo que éramos muchos hasta hace bien poco. Evidentemente es un tema complejo y de múltiples interpretaciones, y si lo sacamos a colación, aunque sea someramente, en un diario deportivo es porque en los prolegómenos del partido que enfrentaba a la Unión Deportiva Las Palmas y el Girona la Banda Municipal de Telde interpretó el himno del equipo canario según la partitura original. Fue un momento emotivo oírlo en directo cuando los jugadores saltaban al terreno de juego. Su carga positiva invadió en forma de sentimiento el Estadio de Gran Canaria. Esta circunstancia se volvió a vivir en el minuto 49, en esta ocasión acompañada por el coro de voces blancas Soront, y lo que son las cosas del destino, justo en el momento en el que acababa la interpretación el equipo amarillo marcaba el tercer gol de los cinco que endosó a un débil Girona.

El partido, al margen de la goleada (5-2), dejó muchas más sensaciones: la impotencia ante el número de oportunidades marradas (una vez más). La entrega y pundonor de Hernán jugando los últimos minutos lesionado. La visita de Lobera hacia la esquina de la grada curva una vez finalizado el encuentro para agradecer la pancarta de apoyo colocada en su favor. El gol de bandera de Nauzet Alemán... y sobre todo, el volver a creer en uno mismo.

A priori no era un partido fácil, además el fantasma de los cinco goles encajados en el partido de la primera vuelta se dejaba sentir en el graderío. Pero los grancanarios no se descompusieron tras los minutos de tanteo, todo lo contrario, percatándose de las debilidades de su rival en defensa, les superaron una y otra vez gracias a la velocidad y a la presión de sus delanteros. Los dos goles visitantes, el segundo de bella factura, podríamos decir que fueron la anécdota del encuentro y que en nada desmerecen el trabajo realizado.

La similitud de resultados de la primera vuelta quedó truncada y los ánimos de nuevo a flor de piel (ola incluida). No sabemos la influencia anímica que pudo tener la actuación en directo de la Banda Municipal de Telde, pero sí podemos aseverar que cuando se siente un escudo, que cuando se ama a unos colores y se valora la esencia de un himno que recoge el sentimiento de una identidad, los objetivos siempre estarán más cerca de la mano...

 

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