ActitUD 'pío-pío'
20/02/2013

Por Manuel Borrego

La historia de la UD Las Palmas tiene muchas fechas importantes y momentos singulares. En no pocos de ellos aparece la figura de Fernando El Bandera, el hombre homenajeado en Tinta Amarilla al rememorarse el décimo aniversario de su óbito, dejando para posteriores generaciones de grancanarios tan importante legado. Suya es la autoría del 'pío-pío', un cántico de guerra que esta misma mañana escuchamos en los graderíos del Estadio, emanado de las voces de almíbar de unos colegiales de Agüimes y La Paterna en su visita al nuevo templo del fútbol isleño. Se ha hecho tan popular este mensaje envenenado de dulzura y sorna que se había perdido el origen, correctamente explicado en nuestra web por el hijo de Fernando González. Ser testigo de la génesis del 'pío-pío' y transmisor de esos valores invisibles le otorga un testimonio de primera mano.

Que sepamos, el fiel abonado Sergio Maccanti es quien semana a semana en la vigente temporada acuña en las redes sociales la necesidad de regenerar una 'actitUD' -otro copyright está en camino-, necesaria para levantarse cada mañana y sobreponerse a tanta adversidad o desazón. El matrimonio de ambos términos es una eficaz medicina no ya para el entorno del club amarillo, quizá incluso para el duro momento social que atravesamos.

Pero nos fijamos unos segundos en Fernando El Bandera y su inconfundible actitUD 'pío-pío'. Repasamos en nuestra memoria cada uno de los instantes en donde vimos su figura unida a la del equipo en el que creyó ciegamente y animó hasta el agotamiento. Esos fotogramas que ilustraban momentos de gloria o de pesar en donde fue un líder popular en igual medida. La fecha que elegimos es la del 25 de abril de 1992. Allí estaba él aquella tarde, en las gradas de la Nova Creu Alta, donde con su voz áspera, la corneta e inconfundible bandera se esforzaba en animar desde la tribuna como si de un ejército de amarillos se tratara. Era, sin embargo, la única referencia identificable de una afición que se tapaba ojos y oídos en la que se iba a convertir en la jornada más dura en la historia de la Unión Deportiva Las Palmas. Pues ese día, a más de dos mil kilómetros de casa, la derrota 2-0 frente al Centro de Deportes Sabadell anticipó la sentencia del descenso a Segunda B que echó abajo lo que se había proyectado desde 1949.

Fernando era irrepetible, sin duda. Y aún en estado de shock, lo primero que escucharon los jugadores grancanarios al salir del estadio vallesano donde se consumó aquel duro descenso fue el 'pío-pío' auténtico de su voz profunda y ronca.

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