Que nos paralicen indefinidamente el comienzo de la Liga Regional femenina me parece vergonzoso por parte de esas personas con responsabilidades públicas que delante de una cámara de televisión son los primeros que dicen apoyar a la lucha canaria. Porque sentimos que es un deporte que se está perdiendo y quizá para tomar esta decisión no se paran a pensar en que no son solamente hombres quienes la practican.

Esta temporada somos solamente seis equipos los que estamos en competición. Y no es de extrañar ya que sentimos que no se valora el esfuerzo que realizan los clubs para mantener al equipo y poder contar en sus filas con chicas que deseen practicar la lucha. Muchas veces es difícil conseguirlo, puesto que puede existir el prejuicio de que se trata de un deporte para hombres y a las niñas en edad escolar les puede dar vergüenza, a pesar de que les puede gustar de verdad. Y tampoco se ha tenido en cuenta que hay casos de luchadoras que tienen que cambiar turnos con compañeras de trabajo para poder practicar la lucha, o posponer horas de estudio para ir a entrenarse.

No entiendo cómo algo tan nuestro se puede descuidar tanto. Creo que no se dan cuenta de que echan por tierra con esta decisión fulminante todo ese trabajo de meses, esas ganas con las que contamos todas y las ilusiones por seguir pudiendo practicar nuestro deporte. La lucha canaria femenina tiene apenas tres competiciones a nivel de equipo y no llegan a durar más de tres meses entre todas. Lo único que pedimos es poder competir sin más complicaciones de las que ya de por sí tenemos y que nos apoyen para poder cuidar lo nuestro, pues si no lo hacemos nosotros no lo hará nadie.

Las deportistas de la arena esperamos un esfuerzo y un poco de cariño.