Manuel Borrego

Antonio Medina Viera (Vecindario, 25 de mayo de 1990) tiene un antes y un después. Antes era una pieza de ataque "extremo de banda izquierda o mediapunta". El después nació esta misma temporada cuando, justo una vuelta atrás en el campeonato, a su técnico Víctor Afonso se le ocurrió cambiar el molde del futbolista santaluceño en el partido de ida frente al Tijarafe. "Perdíamos uno a cero y el entrenador me indicó que pasara al lateral izquierdo. Cambié el chip en la segunda parte y en ese partido brindé dos asistencias de gol para la victoria".

Medina consumó de esta manera un cambio que ya se venía adivinando semanas atrás. Es uno de esos casos de reconversión de los futbolistas que logran asumir con éxito una nueva función que les garantice presencia en las formaciones titulares. En la historia de la Unión Deportiva se han producido casos muy significativos. El que más pudo ser es el de Federico Páez, que desde la posición de ariete acabó como defensa central después de pasar como centrocampista, pivote defensivo y defensa lateral. Todo lo hacía de forma eficaz. O los internacionales Felipe Martín y Gerardo Miranda, que también desde situaciones de vanguardia acabaron con la camiseta roja de España en los puestos de hombre libre y lateral diestro respectivamente.

Al joven Medina estas batallitas de antaño le quedan muy lejos. "El defensa zurdo que más lejano recuerdo de Las Palmas es Paqui", apunta tras hacer memoria. Pero señala que su metamorfosis no es insólita en el fútbol actual. "Desde que cambié a defensa me fijo mucho en Jordi Alba, que es el tipo de jugador al que todos nos gustaría parecernos. Es muy ofensivo. Y, por supuesto, en Las Palmas me llama la atención lo que ha realizado Dani Castellano. La polivalencia es muy positiva porque nos permite tener más opciones de entrar en los partidos".

Medina, claramente, está mentalizado para su nuevo papel en el filial. "He tenido que mejorar en el aspecto defensivo. Ser lateral te obliga a estar más concentrado durante todo el partido porque no nos podemos permitir un despiste. Esa es la principal diferencia. Por lo demás, mi juego quiere seguir siendo como antes; rápido" y hasta la línea de fondo. En su expediente personal también hay un antes: "Empecé en benjamines en el Estrella, estuve luego cuatro campañas en la Unión Deportiva Las Palmas, hasta juvenil de primer año. Seguí tres años con el Vecindario hasta el Regional y dos temporadas más con el Estrella", donde participó en el ascenso a Tercera. Con el equipo de Sardina del Sur "anoté diez goles la pasada temporada", cifra que la UD no pasó por alto para decidir su repesca.

"Esto para mí es un paso evolutivo en mi carrera como deportista. Un futbolista ha de estar preparado para estos cambios. Por eso valoro mucho lo que han realizado tanto Alba como Dani Castellano. Deben servirnos como referentes", señala Medina. "Aunque he de decir que en el Estrella tenía también mentalidad defensiva, porque presionábamos en muchos sectores del campo". Esa otra transformación la ha apreciado en el equipo de procedencia, que es uno de sus candidatos a la fase de ascenso. "Ahora el Estrella juega de otra manera; no lo necesita porque ha incorporado a jugadores que son más técnicos. Le veo en la promoción de ascenso. Creo que también estarán Granadilla y Unión Viera", apunta.

Pretende Medina proporcionarle simetría al juego de Las Palmas Atlético porque "la banda derecha que tenemos, con David Simón y Asdrúbal, es muy buena. Eso lo saben muchos equipos. En la izquierda nos entendemos bien con Artiles, Leandro y Tana cuando ha actuado. El equipo tiene profundidad por los dos costados".

Cree que una de las virtudes del filial amarillo es "la mentalidad de todos los jugadores, sus ganas de llegar. En el campo siento que somos un equipo muy solidario, donde todos nos ayudamos. En defensa estamos muy arropados". Apunta a Néstor Gordillo (foto de la izquierda) como "el jugador que más me ha sorprendido durante la temporada. Porque además de ser habilidoso hace cosas que el defensa ni imagina. Su capacidad de sorpresa es constante".

Vive con expectación su futuro pero también reconoce que "en la plantilla sentimos que Carlos está muy cerca del primer equipo. Nos vale como referencia porque es un jugador muy comprometido, que transmite a todos los compañeros seguridad (...) Mi ilusión para esta temporada es lograr el ascenso a Segunda B y esperar las decisiones del club. Cuando alguna vez hemos entrenado con el primer equipo notamos algo especial. Mis objetivos son constante. El siguiente, tras la promoción, será intentar realizar la pretemporada con el primer equipo. Paso a paso".