T.A.

Llega el momento de la verdad. El gran triunfo en Almería no puede caer en vacío porque es el aire que ha de aprovechar la UD Las Palmas para lograr el primer de sus objetivos: la promoción. Y ésta no sería posible si los 18 puntos aún por disputar en casa no los asegura al máximo el equipo de Sergio Lobera. El único aliado está en la grada, que hasta ahora se ha mostrado dubitativa a meterse de lleno en el proyecto.

Pero no quedan excusa: lo mejor de la UD está por venir y para empezar visita el Estadio de Gran Canaria el Real Madrid Castilla, un equipo imprevisible, plagado de futuras figuras del fútbol nacional -si no lo son ya-. Sergio Lobera ha logrado reconstruir su formación titular con la reconfortante decisión del Comité de Competición, anulando una de las tarjetas a Vitolo. El siete amarillo podrá mantener el triángulo realizador junto a Thievy y Chrisantus. Además, Nauzet llega a tiempo para participar y aportar esos balones que ya la pasada temporada fueron vitamina en el exitoso final del Valladolid.

Jesé y compañía vienen dispuestos a amargar la jornada a la parroquia grancanaria. Pero la moral demostrada en las últimas jornadas, con dos goles grancanarios en situaciones extremas, demuestran que no será fácil descarrilar el tren amarillo. Y, si además logra el aliento de su graderío, sus posibilidades se multiplican.