Un ataque amarillo sin simetría
13/04/2013

Fotos: C. Torres

M. B.

Es cierto que en el cómputo general Las Palmas hizo más por la victoria que el Hércules. Pero su fútbol durante largos minutos fue también previsible. A la UD se le atragantaron las trincheras alicantinas y el modelo sacrificado de un rival que, cuando dominaron los amarillos, defendió el 0-0 a base de acumular efectivos. Si algunas de las claras ocasiones hubiese cristalizado el esfuerzo invertido sería comprendido; pero no fue así.

En esta ocasión, cuando el ataque grancanario no guardaba simetría porque era la banda derecha la que tenía más mordiente, se echó en falta algún plan B que completara la jornada. Ese no es el fútbol directo al no contar esta temporada el equipo con un especialista al estilo Mauro Quiroga. Tampoco produjo dividendos las acciones de estrategia, un recurso que ha temido intermitencia en la producción de esta temporada. La recámara del equipo (Javi Guerrero y Pando) planteaba dos estilos diferentes, que no tuvieron cabida en el partido.

En cualquier caso, Las Palmas pareció sentirse en aguas amigas cuando el encuentro se convirtió en un tuya-mía, con idas y vueltas. Ahí el orden se pierde y es posible la confección de rápidos contragolpes. Porque la UD es el equipo que mejor corre en ataque en este campeonato y eso lo saben los adversarios, que cuidan con esmero evitar partidos correcalles donde Thievy y su banda logran que el oponente sea el que desafine.

A Las Palmas le faltaron instantes de serenidad en el campo para resolver todas las ecuaciones planteadas. Una etapa de ansiedad parecida la diluyó en la primera vuelta aquellos cinco goles consecutivos en Liga de Javi Guerrero, que invirtió la trayectoria de la campaña. O más tarde el juego combinativo e imaginativo de los Nauzet, Momo, Vitolo y compañía.

Es verdad que faltó puntería ante el Hércules en las ocasiones puntuales, pero Las Palmas en general careció simetría (léase profundidad similar en ambas bandas) y equilibrio, el buscar segundas opciones, remates de llegadores e, incluso, la siempre útil estrategia. E incluso esa suerte del campeón cuando cae de su lado una mano o un agarrón en el área. Por todo ello no supo abrir la lata del Hércules, que regresa intacto del Gran Canaria y genera nuevas incógnitas a una ilusión.

La mejor frase del día la emitió, sin embargo, el experimentado Tato: "Todavía no sabemos si este punto es válido o no". Es decir, si el empate ante el Hércules es el punto de la promoción o del ascenso directo. Si cae en el olvido al final de temporada, será una gran señal.

Thievy no logra controlar un balón profundo (C. Torres)

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