El dorsal 20 ya es eterno
21/04/2013

"Ahora mi familia me comprende" explicó Jim Moran durante el homenaje en el Centro Insular a sus diez años de amarillo

J.P.B.

 

Jim Moran se emocionó. No pudo contener las lágrimas durante el homenaje popular que levantó cerradas ovaciones para el que fuera durante diez años jugador del Gran Canaria. Su dorsal 20 ya es eterno; luce en la instalación hasta la mudanza al Multiusos. "Mi familia me comprende ahora", comentó tras comprobar que dos años de alejamiento no han raptado el cariño de la afición grancanaria.

"¡Moooooooran, caaaanarión!". Así cantaba al unísono y sin ensayarlo previamente, todo el Centro Insular de Deportes. El ‘Pío Pío Palace' cantó más que nunca y con más corazón que nunca en la despedida de uno de sus héroes. La primera camiseta retirada del club mereció un día de las mejores galas, ajenos a la calima y el abrasador fin de semana que azotaba a la Isla. Jim Moran, diez temporadas en el club, y partícipe de los mejores momentos deportivos del club se despedía de manera oficial dejando el listón de récords históricos del equipo en la ACB muy complicados de batir.

Desde una hora antes de que comenzara el partido, Jim Moran ya saludaba a la grada. El irlandés de Syosset (Nueva Yorok) se daba las primeras duchas de lo que iba a ser un baño de gloria. Nadie que quisiera dar el último apretón de manos con Jim se quedó sin él, porque el alero fue generoso en el trato con todo el mundo; y después de que el CID hubiera recibido también con honores a otro baluarte que iba a ser rival en la pista, Jaycee Carroll, llegaron los momentos más emotivos.

Joaquín Costa, presidente del Gran Canaria, lo presentó como "un jugador que llegó sin ser muy conocido, y ha conseguido records importantes y difíciles de batir, pero lo más importante de todo son los valores que ha transmitido. Esos valores han sido: en primer lugar, humildad; en segundo, respeto; en tercer lugar, trabajo; y por último, y creo que lo más importante, compromiso con tu club, compañeros y toda la afición.. Por todo ello, muchas gracias y bienvenido, esta ha sido, es y será tu casa".

Taph Savané fue la voz grabada del club y la afición antes de descubrir en el fondo sur la camiseta que ya desatapa el grito de guerra, "Pío Pío"; y el "¡MVP!", que definitivamente arrancó de Moran aquello que no quería regalar, sus lágimas.

"No quería llorar", dijo al término del partido. Moran se sintió orgulloso de que sus familiares y sus amigos presentes en la cancha este domingo fueran capaces de "comprobar todo aquello que yo les contaba cada vez que volvía a casa. Ellos me han entendido ahora mejor por qué yo quería venir aquí siempre", comentaba para Tintaamarilla.es.

El partido, además, había sido un claro ejemplo de lo que significaba pertenecer al Granca. "La victoria es lo que se quiere, pero no lo más importante. Cuando ellos han visto este partido y han visto la reacción de la gente; han comprendido por qué yo volvía orgulloso de ser de este club", agregaba.

A Jim le quedan unos días entre los grancanarios. Va a disfrutar de todo aquello que las exigentes horas de trabajo le impidieron disfrutar en su momento. Seguro que en sus retinas han quedado garbadas a fuego las imágenes que le ofrecieron un día enorme.

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