Por Higinio Medina
La victoria a domicilio de la Unión Deportiva sobre el Jerez (1-2), nos deja varios aspectos cuanto menos interesantes. Por un lado tenemos la redención de Chrisantus, quien después de muchos partidos en los que el gol le fue esquivo y con fallos bastante llamativos, en tierras andaluzas consiguió, ¡por fin!, sobreponerse al "maleficio" que parecía haberse apoderado de sus acciones ante puerta contraria.
El nigeriano es un jugador que sabe posicionarse en el campo, y si precisamente yerra tanto es consecuencia de su saber estar. Es evidente que tiene que "mejorar" mucho en el concepto de definición, como también es evidente que es un incordio para las defensas contrarias. Su movilidad, unida a la de Thievy es probablemente, si no la que más, una de las armas fundamentales de esta Unión Deportiva de Sergio Lobera; gran parte del juego desplegado se basa en ella y ahí están los resultados...
Otro de los aspectos que nos parece destacable fue la reaparición de Javi Guerrero. Tras su entrada, el equipo, un poco desdibujado, cambió de orientación ante un rival excesivamente agresivo desde el inicio. El madrileño, aunque ahora no cuente mucho para el entrenador, no deja de ser fundamental para los amarillos, tal y como ha demostrado siempre desde que se incorporó a la disciplina del Club de Pío XII.
También nos encontramos de nuevo con un excelente Mariano Barbosa, protagonista en los últimos tiempos por sus paradas decisivas. Hoy volvió a salvar los muebles cuando el partido agonizaba con una extraordinaria mano casi no apta para cardiacos, pero que, a fuer de ser sinceros, es un síntoma de los desequilibrios que se perciben con cierta regularidad en los encuentros que disputan los grancanarios, y que por fortuna no están pasando factura.
Al margen de lo comentado, el aspecto más relevante, cuando aún faltan siete partidos para la finalización de la competición, es que Las Palmas sigue dependiendo de sí misma. Este es el dato verdaderamente significativo. Tiempo habrá de analizar estrategias y si se consigue el "milagro", ni siquiera eso, simplemente se preparará una nueva temporada dentro de una nueva dimensión. De acuerdo que está todo en el aire y que muchos aficionados cuentan los días para que llegue el próximo partido, pero el fútbol es fútbol y lo que menos se debe hacer en estos momentos es sacar a relucir el Cuento de la Lechera.