Vicente, el Gran Hermano del Recre
19/05/2013

El ex jugador de la UD Las Palmas emitió imágenes e informes "en directo" al banquillo donde Sergi evaluó el desarrollo del juego: "Nos salió el partido que habíamos diseñado"

Manuel Borrego

"Ante Las Palmas nos salió el partido perfecto, el que habíamos diseñado". Esta vez Vicente Fuensalida, el ex jugador de la Unión Deportiva y Recreativo de Huelva, tenía funciones especiales. Pasó inadvertido el sábado porque debía ubicarse en una de las cabinas del Estadio de Gran Canaria, en la octava planta de Tribuna. Allí realizó en solitario el trabajo complementario del cuerpo técnico del Decano. Con su ipad grabó las imágenes del encuentro que debía analizar y de forma frecuente mandó informes al banquillo de Sergi Barjuán, para revisar allí los movimientos de ataque de la UD Las Palmas y las mejoras defensivas del Recreativo. Al descanso de la contienda se reunió en vestuarios con el entrenador onubense para evaluar perfecciones y defectos cometidos por el equipo visitante, que estaba obsesionado en cerrar el grifo al caudal de juego de los amarillos. "Teníamos una doble consigna: evitar la rápida salida de balón rival y presionar en aquellas zonas del campo donde los amarillos no se sienten cómodos".

"Las Palmas es un equipazo", resume Vicente en conversación con Tinta Amarilla a su llegada este domingo a Huelva. "Sabíamos que si jugábamos el partido de tú a tú, nos mataban. Nos fijamos en lo que había hecho el Hércules y por eso modificamos nuestra manera de actuar. La misión de nuestro equipo en el Estadio de Gran Canaria era el contener a Las Palmas e impedir que corrieran los jugadores como Thievy, Chrisantus, Vitolo o Tato. Si Nauzet pareció que hizo un partido flojito eso es mérito del Recreativo. Las Palmas no fue Las Palmas porque el Recre hizo bien lo que habíamos hablado".

Vicente, en una de las cabinas del Gran Canaria, preparado para transmitir imágenes del partido al banquillo del Recreativo (B.P.)

Vicente ocupa funciones de coordinación en la secretaría técnica onubense, club que le traspasó a la UD Las Palmas en 1995. La pasada temporada ya visitó el Gran Canaria pero como asistente del entonces técnico, Juan Manuel Rodríguez. Precisamente éste era el que recibía sus imágenes e informes en el banquillo este sábado, para trasladar las conclusiones en plena batalla a Barjuán. "Desde la llegada de Sergi viajo con el equipo y emito informes de los rivales: funciones de scouting. En el Colombino envío imágenes como hicimos este sábado en Las Palmas. Rara vez ocurre fuera de casa, pero entendíamos que este era un partido especial por las peligrosas circunstancias del ataque canario. Teníamos que controlarlo todo y desde arriba se aprecian cosas que podrían pasar por alto a ras de suelo".

Una de las obsesiones del Recreativo fue "no cometer errores con pérdidas de balón en el centro del campo. Eso era clave. Nuestros jugadores tenían la misión de no tender líneas de pases por el centro. Siempre habría que buscar los costados. Seguir a rajatabla esa norma hizo que Las Palmas no creara sus peligrosos contragolpes porque no recuperaba el balón. En cambio, en alguna ocasión fuimos nosotros los que sí logramos arrancar en velocidad tras un robo en el centro del campo".

"Thievy y Chrisantus son dos delanteros que matan", añade Vicente. "Al principio del partido tuvimos algunos problemas con los marcajes pero luego nuestros jugadores acabaron aislándolos. En el segundo tiempo quizá sufrimos menos de lo previsto".

MIRANDA DE EBRO, LA LLAVE DE LA LIGUILLA

Fuensalida cree que "Las Palmas no tendría problemas para jugar la promoción. Pero será clave su encuentro del próximo fin de semana en Miranda de Ebro. Nosotros hemos jugado allí dos veces esta temporada (Copa y Liga); es un campo exigente y un rival que te condiciona por su pelea. En uno de los partidos recibimos gol a los tres minutos. Las Palmas debe salir enchufada porque de lo contrario lo pasará mal. Si gana al Mirandés, jugará sin duda la liguilla de ascenso. El equipo tiene aptitudes para ello".

Una de las satisfacciones personales de Vicente es "haber dejado un buen sabor de boca a los aficionados grancanarios. Fiché por Las Palmas con mucha ilusión y a los pocos partidos sufrí aquella lesión, en Pontevedra (triada en la rodilla izquierda). Al principio pensaba mucho en esa jugada, pero con el paso de los años me he ido olvidando de lo que pudo ser y no fue. Estos días he comprobado el afecto de la afición canaria, que todavía me reconoce, y de amigos que dejé como Antonio Gil e Inmaculada Íñigo (gestión administrativa de UD Las Palmas), con los que estuve en el Aeropuerto incluso antes del vuelo de regreso. Les llevo a todos en el corazón y deseo el ascenso de los amarillos".

Vicente fue partícipe de un éxito puesto que estaba en la plantilla del 96, con Pacuco Rosales, aunque no tuvo concurso porque "mi ficha se utilizó para el refuerzo de Jaume, el centrocampista que procedía del Espanyol. Pero sé lo que es un ascenso con Las Palmas y lo que significa todo esto para su gran afición".

 

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