Juan Pedro Borrego

El encuentro comenzó frío para los amarillos. Sin intensidad defensiva en ninguna de las zonas, los dos equipo vivían más de los errores del rival que de los aciertos propios. Ahí, el Valladolid tomó cierta ventaja (3-8), que pronto reduciría el Granca cuando apretó los dientes, y corriendo o con acciones de mérito debajo del aro, iba fraguando un parcial 12-4 que le permitía tomar las riendas del electrónico.

El único inconveniente del desgaste eran las dos faltas de Báez. La administración de los pívots amarillos es un arte que debe manejarse bien desde el banquillo en estos momentos. No obstante, en teoría, Slokar debía tener menos problemas que el dominicano con hombres como Sinanovic o Humprey.

Paulatinamente, el partido iba subiendo la temperatura; y el Herbalife, con Toolson en la pista, pese a los problemas musculares que había tenido durante la semana, y aprovechando la tensión en el duelo entre Nelson, el mejor jugador de los amarillos esta temporada según las estadísticas, y el MVP de la competición en la fase regular, Nacho Martín, gestionaba bien sus rentas hasta el final del primer cuarto (21-15).

Tres minutos más tardes, después de dos triples amarillos, uno de Alvarado y otro de Toolson, el Valladolid pareció rendir bandera al verse muy por detrás en el marcador. Con 31-17 en el minuto 14, Roberto González llamó a capítulo a los suyos, pero el equipo pucelano estaba muy herido, algo que entendió Pedro Martínez para empezar a rodar con minutos de cierta calidad a Tavares.

Era una estampa curiosa la del quinteto local, con los grancanarios Alvarado y Guerra como estandartes de un equipo en cancha que completaban Javier Beirán, Báez y el jovencísimo Tavares (en la imagen superior machacando el aro rival (ACB-Photo)). Ellos, aunque con una concesión de tiempo pequeña en la pista, se bastaron para terminar de sacar de quicio a los visitantes (38-20), dejando el terreno abonado a sus compañeros para seguir el paseo militar hacia el play off.

Con 42-20 en el marcador en el minuto 17 la fiesta era casi un ‘desmadre'. La defensa en zona del Blanco del Rueda no hacía sino emborrachar de placer a la hinchada amarilla, que veía a su equipo gustándose con triples y ‘alley oops' a diestro y siniestro mientras el Valladolid no hacía sino fallar en sus ataques (49-24).

Con el rival doblado en el electrónico, era previsible una relajación tras el paso por los vestuarios. El parcial en contra de 6-15 en siete minutos hacía despertar ligeras dudas en los locales sin necesidad. El Granca necesitaba una inyección renovadora y se la dio, en primer lugar, la primera canasta de Walter Tavares en la ACB y en casa, y después, el debut de Oguchi (60-41) en último minuto del tercer cuarto.

El afroamericano buscó su hueco en el equipo y aunque no encontró fortuna en los primeros lanzamientos y en defensa debe aprender aún el nuevo ‘idioma' de la ACB, halló el premio a su tenacidad a 2:56 del final con la canasta que obligaba a un nuevo tiempo muerto (72-56). Mientras, Tavares le había cogido gustito a eso de meter balones en la cesta y se mereció, con su sexto punto en el choque, una ovación en su relevo por Samuel Domínguez (76-60), que le dio un nuevo aliciente a la recta final de una segunda mita de partido insípida, que da paso a la eliminatoria de play off con el Baskonia.

Ficha del partido

78 Gran Canaria (21+28+11-18): Bellas, Guerra (9), Newley (11), Nelson (10), Báez (14) -equipo inicial-, Tavares (6), Toolson (14), Alvarado (3), Beirán (2), Oguchi (2), Domínguez (2) y Slokar (5).

62 Valladolid (15+9+19+19): Cizauskas (9), Navarro (9), Grimau (4), O'Leary (11), Sinanovic (6) -equipo inicial-, Montañez (2), Izquierdo, Humprey (2) y Ruiz.

Árbitros: Pérez Pizarro, Jiménez y Planells.

Incidencias:Unas 4.500 personas en el Centro Insular de Deportes. 34ª Jornada de la Liga ACB.