Manuel Borrego

"Ha sido duro levantarse de esta pesadilla", confiesa Tato Rodríguez a preguntas de Tinta Amarilla cuando este jueves, Día de Canarias, se convertía en el portavoz de un plantel que aglutina energías para derribar al Numancia el domingo y esperar otros acontecimientos. "Ha habido un buen trabajo durante la semana del presidente y del entrenador. Sus palabras han llegado a los jugadores. Ahora mismo sentimos la necesidad que llegue el domingo para jugar el partido".

Tato habla sin titubeos en un momento complicado para el resto de sus compañeros. "Salimos tocados del partido contra el Mirandés", indica. "Pero el batacazo llegó después, el domingo, cuando acabó el encuentro de Murcia y conocimos el 0-2 de la Ponferradina". El refuerzo invernal, rodado en duras batallas de la Segunda División, elude considerar al club berciano como "la mosca cojonera" de la categoría, tal y como le había definido su entrenador, Claudio Barragán. "Yo creo que en realidad la Ponferradina era el tapado de la Liga. Les ha venido bien sentirse como mosca cojonera, pero en realidad ellos hablaban de que se encontraban conformes con la permanencia y por dentro pensaban en la posibilidad de jugar el play off. Pero, ¡ojo¡, las cosas han cambiado. Ahora somos nosotros los que esperamos y ojalá le pueda ganar el miedo a entrar en la lucha por el ascenso. Puede ocurrir".

"Nos volvimos locos mirando horizontes muy lejanos"

Ofreció Tato una reflexión general digna de análisis para todo el entorno de la UD Las Palmas: "Nos volvimos locos mirando horizontes muy lejanos", sin disfrutar del momento. "Mirábamos el ascenso (directo) cuando había mucho que pelear", recuerda.

Viajó Tato entre las sensaciones de las últimas semanas. "Los momentos posteriores a la derrota contra el Mirandés fueron muy duros. El viaje de regreso desde Bilbao así lo fue. Era el momento de valorar que no sabíamos lo que teníamos hasta que lo hemos perdido -de manera circunstancial-. El levantarse ha sido una labor de todos, como dije con el entrenador y el presidente enviando mensajes positivos. Los veteranos también hemos tratado de ayudar al resto de los compañeros pero la cosa es otra a estas alturas de semana", confiesa. "Vamos a hacer todo lo posible para voltear la situación en estas dos semanas".

Ese trabajo de mentalización ha consistido en "volver a recalcar aspectos positivos de nuestro juego. Es un tema más psicológico porque lo físico, en esta etapa de la competición, ya es poco mejorable. Los equipos estamos con la gasolina justa", por lo que el convencimiento es echar el resto en los terrenos de juego.

"Tres partidos sin marcar es rarísimo para Las Palmas"

Tato está convencido de que el conjunto de los 63 puntos aún reside bajo las camisetas amarillas, porque "durante mucho tiempo este equipo ha jugado muy bien al fútbol. No se nos puede olvidar de la noche a la mañana". Aunque "los resultados dicen que hemos perdido confianza en nuestro propio estilo. Tres partidos consecutivos sin marcar es rarísimo para Las Palmas. Los resultados adversos, uno tras otro, han mermado y han podido influir en esa pérdida de confianza" que antes había argumentado.

Los motivos del por qué son complejos. Tato habla de "piernas atenazadas después de tantos meses de sufrimiento para la remontada hasta llegar a las posiciones de cabeza. Eso, en algún momento, pudo minar la confianza de los jugadores. Pero hay que acabar con esa sensación. Ahora que todo se ha escapado hemos podido descargar esa presión".

El mensaje optimista también llega en sus valoraciones: "He visto en los entrenamientos muy metidos a mis compañeros. Están con ganas de cambiar todo esto pero "si no logramos los seis puntos y la Ponferradina pincha, es como darnos golpes en la cabeza en la pared. Pero estamos mentalizados porque eso no va a ocurrir"