Una riada amarilla le quita la espoleta a la promoción y pide la pelea por un objetivo irrenunciable; en 2013 o cuando sea
M. B.
Uno de los momentos más intensos y emotivos de la última década se produjo en los minutos previos al inicio del encuentro. La calle Fondos del Segura se convirtió en un canal de color amarillo, colapsada por una afición que quitaba la espoleta a la promoción de ascenso. Más de una hora antes de que pasara por allí la guagua de la UD Las Palmas, aquel se convirtió en un escenario de una reivindicación popular. Había piopiantes de todas las edades y de cualquier condición. Lo que durante años llevaban dentro lo sacaron a relucir en especial cuando el vehículo de los deportistas apareció bajando la vía en dirección al Estadio de Gran Canaria.
UD: te quieren ver en Primera. Esa muestra tan solidaria, luego reforzada por los 16.564 espectadores que acudieron al primer asalto del play off, debe ser la inyección de un ascenso, no ya en 2013 -que aún puede ocurrir-, sino en cualquier momento. Esa fuerza invisible reside en el escudo, intacto a pesar de los sinsabores vividos en años precedentes y los condicionantes que presiden muchas de las decisiones para la confección de los proyectos. El poder de la UD no está en su cuenta bancaria, sino en sus gradas y en la fábrica de jugadores.
La guagua pasó en medio de una multitud. Jugadores y aficionados se tocaron, se abrazaron sin contacto físico. El golpeteo al vehículo, casi un zarandeo, era la señal de complicidad que estaba por aparecer. Eran amarillos que aparecían por todas partes, con camisetas nuevamente buscadas en el fondo de los armarios y en el rincón de los hogares donde cada uno quiere esconder algún fotograma triste o simplemente de añoranza. Otra vez las camisetas del 96, del 98, la exitosa de 2000, la de color azul pálido, la de chocolate, también la del RC Victoria y, cómo no, cualquier prenda amarilla porque en época de crisis la imaginación manda.
Las Palmas salió al campo y sabe que no está sola, ni lo estará. Está librando una batalla ante un rival sobresaliente al que es capaz de derribar o que puede derribarle. Pero todo su organigrama deportivo y administrativo del club debe recoger el mensaje de la calle porque, después de Almería con o sin billete para la final promocionista, la pelea sigue por esta gente. A las 19.30 horas de este miércoles 12 de junio ha podido reanudarse de nuevo un camino. Y no debe importar cuantas piedras se encuentre en él.